La mezcla de estilos clásicos y modernos está muy presente en gran parte de los proyectos de interiorismo que hemos conocido estos últimos meses. Esta mezcla no solo permite revitalizar espacios tradicionales, sino que también los convierte en zonas llenas de carácter, donde cada elemento cuenta una historia. La interiorista Inés Benavides es una experta en esta tendencia y nos ofrece sus recomendaciones para lograr una fusión armónica entre ambos estilos, logrando que las piezas antiguas y contemporáneas convivan con mucho estilo. ¡Acompáñanos en este artículo e inspírate para aplicar esta potente mezcla en tu hogar!
La importancia de las piezas vintage
Según Benavides, "La tendencia de combinar elementos modernos con piezas vintage responde a la búsqueda de un equilibrio entre lo nuevo y lo antiguo". Las piezas vintage aportan historia y una fuerte carga emocional, pero también dotan al espacio de exclusividad. Estos objetos únicos, a menudo heredados o adquiridos en situaciones especiales, cargan con recuerdos y vivencias que convierten el salón, o cualquier otra parte de tu hogar, en un espacio mucho más personal.
Este toque emocional que las piezas clásicas aportan es, para Benavides, esencial en la creación de un espacio que se aleja de cualquier copia y que muestran un estilo propio. “Este tipo de diseño permite contar una historia personal a través de los objetos que cada cliente guarda, hereda o compra en situaciones que les traen recuerdos”, señala. Por ello, la fusión de estilos no es solo un estilo estético, también es un reflejo de nuestro pasado, nuestra vida o nuestros gustos y experiencias.
La funcionalidad del diseño moderno
Por otro lado, el diseño moderno ofrece funcionalidad, líneas limpias y la incorporación de tecnología. Las piezas contemporáneas, con su simplicidad y utilidad, contrastan con los elementos clásicos, pero a la vez complementan el espacio, dotándolo de practicidad. "El diseño moderno aporta funcionalidad, líneas limpias y tecnología, creando ambientes tanto estéticos como prácticos", explica Benavides.
La clave está en cómo ambos estilos interactúan para crear un equilibrio visual. Las formas rectas y simples del diseño moderno ayudan a suavizar la posible pesadez de las piezas más ornamentadas, mientras que las texturas ricas y materiales naturales de los objetos vintage añaden calidez y profundidad.
Cómo lograr un equilibrio entre los dos estilos
Uno de los principales retos al fusionar estilos es lograr que los diferentes elementos dialoguen sin que uno eclipse al otro. "Lo clave es mantener un balance visual", aconseja Benavides. "Las piezas deben dialogar entre sí, manteniendo cada una su propia identidad sin competir". Y para lograr este equilibrio te dejamos cinco claves de experta que pueden ayudarte:
- Focalizar el espacio en una pieza protagonista. Ya sea una lámpara moderna escultural o una butaca vintage, elegir un elemento destacado ayuda a crear un punto focal en el salón, alrededor del cual el resto del mobiliario se armoniza.
- Elegir una paleta de colores coherente. Optar por colores neutros o tonos complementarios permite que las piezas de estilos diferentes se integren visualmente sin chocar.
- Incorporar texturas que unan ambos estilos. Utilizar tejidos naturales como lino o lana en tapicerías y cojines crea una conexión entre los elementos modernos y clásicos, aportando una sensación de calidez y cohesión.
- Limitar el número de piezas vintage. Demasiados objetos antiguos pueden recargar el ambiente, por lo que es importante seleccionar aquellos que verdaderamente cuenten una historia significativa.
- Jugar con la simetría: A pesar de la mezcla de estilos, la simetría en la disposición de los muebles y accesorios puede aportar orden y equilibrio visual.
Los proyectos de Inés Benavides muestran muy bien esta mezcla con tanta personalidad, e incluso también diseña algunas piezas clave que pueden convertir un espacio vintage en otro mucho más moderno y vivo. ¡Si te gusta este estilo no le pierdas la pista!