Si hay un elemento que suele quedar fuera de todas las fotos de inspiración en interiores, ese es el alargador. Los ladrones, regletas y cables de extensión suelen esconderse bajo la alfombra, detrás del sofá o camuflados con algún truco improvisado. Pero ¿y si en lugar de esconderlos, los convirtiéramos en un elemento estético más?

Sara Lloris, periodista, coolhunter de diseño y creadora de contenido en @honolalab, ha puesto el foco precisamente en estos objetos "que nadie quiere ver, pero todos necesitamos". Con más de 120 mil seguidores, su mirada curiosa y su sensibilidad estética le han valido el respeto de toda una generación interesada por los interiores contemporáneos. En uno de sus últimos reels, Sara repasa cinco opciones que demuestran que hasta el último detalle puede y debe ser bonito.

Transformar lo funcional en diseño: cinco diseños brillantes

Los nuevos ladrones de diseño no solo son funcionales: también son bellos, inesperados y cuidadosamente pensados para convivir con nuestro entorno. Atrás quedaron las regletas en blanco industrial o negro apagado. Hoy, el color, la forma y la textura se cuelan también en el mundo de los enchufes, elevando objetos utilitarios al nivel de piezas decorativas.

La selección de Sara Lloris incluye propuestas coreanas y escandinavas, con diseños magnéticos, modulares o que parecen directamente un objeto escultórico. He aquí las cinco alternativas que nos propone: