Cuando me encargaron escribir el reportaje de la casa de la interiorista Almudena Rebuelta para la edición de papel de la revista Interiores, hubo una estancia en la que me quedé 'pillada' por un detalle poco habitual: en el baño de la suite principal, la ducha tiene mampara, pero también cortina, por la parte exterior.
Tanto me llamó la atención, que he querido que me contara en primera persona el porqué de esta idea. "Elegimos poner mampara por una cuestión práctica -protege mejor del agua-, y la cortina por un tema más decorativo y visual. Queríamos dejar pasar la luz, pero sin perder intimidad. Esa combinación nos pareció perfecta para lograr un baño funcional y bonito a la vez", explica Almudena. Por cierto, mira su casa al completo en este enlace.

Foto: Fhe es - Estudio: Rebuelta Domecq - Realización: Paloma Pacheco
En la ducha, ¿mampara o cortina? ¿O las dos?
Junto con su hermana Cristina, con la que forma uno de los estudios de interiorismo más consolidados de España, Rebuelta Domecq, hemos querido ir más allá y hablar de las cortinas en los baños, una idea que ellas consideran viable en la mayoría de los casos. "Todo depende de la sensación que quieras transmitir. Más allá de su función, nos parece que aportan un toque decorativo muy especial, dando calidez y elegancia al ambiente. Son un recurso estético muy versátil", coinciden ambas.
Retomando el tema de la ducha, opinan que la opción cortina o mampara va a depender mucho del efecto que se quiera conseguir. Su recomendación es que "si buscamos una imagen más clásica o acogedora, nosotras apostaríamos por cortinas. En cambio, si lo que se quiere es una estética más limpia y minimalista, la mampara puede ser mejor opción". La posibilidad de combinar ambas -como en la casa de Almudena-, "es un recurso divertido que, bien hecho, queda genial", declaran.

Foto: Martin Garcia Pérez - Estudio: Rebuelta Domecq
Las claves para acertar con la cortina de la ducha, según Rebuelta Domecq
¿Qué tipo de cortina para la ducha es la más adecuada?
Si no hay mampara, es fundamental que la cortina sea impermeable, para que cumpla bien su función. En cambio, si ya tienes mampara, lo bueno es que puedes jugar con cualquier tipo de tejido, porque su función ya no es contener el agua, sino sumar desde lo estético.
¿Qué hemos de tener en cuenta del baño en su conjunto a la hora de elegir la cortina de la ducha?
Lo primero es pensar en qué imagen queremos dar: ¿Clásica, boho, rústica, contemporánea, minimalista...? Esto condicionará la elección del tejido, la confección y también el tipo de enganche (barra, riel, galería...). Obviamente, también hay que valorar si es viable por dimensiones, que no estorbe y que encaje con la paleta de colores y acabados del resto del baño.

Foto: Fhe es - Estudio: Rebuelta Domecq - Realización: Paloma Pacheco
¿En qué casos es inviable poner una cortina en la ducha?
Curiosamente, para nosotras las cortinas funcionan muy bien tanto en duchas pequeñas-donde aportan ligereza-, como en espacios que queremos destacar, darles ese protagonismo especial. Sé que parecen casos opuestos, pero realmente son los que mejor aceptan este tipo de solución.
¿Podríamos decir que ha vuelto la cortina para la ducha (más típica de las casas de nuestros padres y abuelos) o simplemente es una cuestión de gustos o necesidad?
Sí, podemos decir que están volviendo, pero no como antes. Ahora hablamos de cortinas con historia, con tejidos nobles y un fuerte valor decorativo. En general, estamos viendo cómo los textiles vuelven a zonas húmedas, como baños o cocinas, y lo hacen con mucha fuerza. Aportan calidez, elegancia, y un toque muy personal que nos encanta.
"Hay veces que combinar mampara -por funcionalidad- y cortina -por decoración- es un recurso divertido que, bien hecho, queda genial" _ Rebuelta Domecq