Kömmerling ha alcanzado un importante hito en su compromiso y apuesta con la sostenibilidad y este no es otro que el recibimiento, para su Edificio Zero, de las tres certificaciones medioambientales más prestigiosas en España: BREEAM, Passivhaus y VERDE. La marca, perteneciente al Grupo Profine que es líder mundial en la fabricación y comercialización de perfiles de PVC para ventanas y puertas, se suma de esta forma a la reducida lista de inmuebles que ostentan esta triple certificación y que no hace, sino ayudar aún más al compromiso por aportar resultados reales en el campo de la sostenibilidad. Ir más allá de un mensaje o una simple imagen, dicho de otro modo.
“El uso del edificio con todos los trabajadores dentro tiene el consumo equivalente a la carga de un coche eléctrico”, explicó Marta Muñoz, arquitecta prescriptora en Kömmerling, en la presentación de este hito ecológico al tiempo que puso nombre y rostro a los arquitectos que han intervenido en el proyecto como son Elena Vilches y David Moreno, de Enmedio Studio. “Trabajar con estas certificaciones albergan temas como el ciclo de vida de los materiales, la gestión del agua, la calidad del aire o la gestión de residuos… al conseguir las certificaciones estamos garantizando una serie de aspectos que hacen que el edificio sea mejor”, defiende Elena Vilches.
Un ejemplo de sostenibilidad arquitectónica
El Edificio Zero, inaugurado tras la pandemia en el año 2020, es un fiel reflejo y el perfecto ejemplo de cómo la arquitectura puede ponerse al servicio del usuario y del planeta, diseñado con el objetivo de favorecer el confort y la salubridad. Su construcción se remonta al I Concurso de Arquitectura Reto Kömmerling, un certamen en el que se recibieron más de un centenar de candidaturas y con el que la marca quería impulsar un cambio en el sector de la arquitectura, demostrando que es posible construir edificios eficientes, sostenibles y a precio de ejecución viable.
“Hemos contribuido a que el tiempo que dedican nuestros trabajadores a estar en el edificio sea mucho más feliz”, ha afirmado Javier Bermejo, director general de Kömmerling. Además, el estar ante un edificio de consumo cero que es capaz de autogestionarse energéticamente, se consigue que se reduzcan durante todo su ciclo de vida tanto sus consumos energéticos como las emisiones de CO₂.
El edificio está ubicado en una zona industrial de Camarma de Esteruelas (Madrid) y se divide principalmente en dos espacios: una plaza dura de recepción que conecta con el showroom de la marca, y la zona de trabajo ubicada en el nivel inferior. Esa área se encuentra atravesada por varios patios, que enriquecen el paisaje visual y favorecen el paso de luz natural.
El proyecto, como han detallado los mismos arquitectos, ha seguido la metodología Zero City para su construcción. Un sistema que se basa en la integración de la tecnología BIM, la filosofía LEAN y la gestión IPD para llevar a cabo un proceso constructivo optimizado, en el que se han reducido costes, tiempos de ejecución, y se han previsto posibles fallos desde la fase de diseño.
Las certificaciones BREEAM, Passivhaus y VERDE
En el caso de la primera de ellas (Building Research Establishment Environmental Assessment Method) se trata de uno de los principales certificados internacionales de sostenibilidad. Evalúa el impacto ambiental de los edificios en áreas como gestión, energía, salud y bienestar, transporte, materiales, residuos, agua y uso ecológico del suelo. Por su parte, la certificación Passivhaus es un estándar que mide la eficiencia energética en cuanto a la reducción significativa de su consumo de energía, utilizando técnicas de aislamiento y ventilación controlada para mantener una temperatura constante.
Por último, el sello VERDE es un sistema de certificación español desarrollado por el Green Building Council España (GBCe) y que se centra en evaluar el impacto ambiental de los edificios a lo largo de su ciclo de vida, con especial énfasis en la sostenibilidad y la reducción de emisiones.