Slow Studio, arquitectos sostenibles: En terrazas o balcones pequeños es un ERROR usar materiales sintéticos, como el césped artificial, porque pueden emitir tóxicos al calentarse”

“Un balcón o una terraza pequeños bien diseñados y distribuidos pueden convertirse en una fuente de bienestar innegable”, apuntan desde Slow Studio, fundado por los arquitectos Jade Serra y Víctor Vergés y que cuenta con más de diez años de experiencia en arquitectura sostenible. Como pasamos alrededor del 90% de nuestro tiempo en espacios interiores, cualquier oportunidad de contacto con el exterior adquiere un valor fundamental para la salud física y mental. “Contar con un pequeño espacio exterior no es solo una cuestión estética, sino una necesidad para regenerar el aire, recibir luz natural y conectar cuerpo y mente con los ritmos del entorno”.

Descubrimos de la mano de los arquitectos cómo diseñar y distribuir un balcón o terraza pequeño para convertirlo en un oasis de bienestar conectado con el interior de la vivienda.

No cometas estos errores al diseñar un balcón o terraza pequeña

“Uno de los errores más comunes es la sobrepavimentación de una terraza o balcón pequeño para facilitar la limpieza y el mantenimiento”, apuntan desde Slow Studio. Los arquitectos explican que “colocar en todo el suelo materiales duros genera pequeñas islas de calor dentro del propio hogar porque el pavimento retiene calor por inercia térmica, actuando como un suelo radiante no deseado, especialmente en verano”.

Por otro lado, otro error recurrente es “usar materiales sintéticos como el césped artificial o las tarimas de PVC imitación madera para intentar ganar en confort visual porque se calientan en exceso, pueden emitir tóxicos al calentarse, acumulan carga electrostática y generan un ambiente poco agradable”, apuntan desde Slow Studio. En consecuencia, en balcones y terrazas pequeños, lo ideal es “evitar la sobrepavimentación y utilizar pavimentos permeables, como losas apoyadas sobre tierra o hierba”.

Geranios en macetas y otras plantas harán del balcón o terraza un oasis verde de bienestar

Llenar un balcón pequeño de vegetación es la clave para generar un ambiente agradable…

Cuando no es viable pavimentar de forma sostenible, como, por ejemplo, en balcones elevados, para los arquitectos es clave “llenarlos de vegetación”. Incorporar plantas con tierra aumenta la superficie de terreno expuesto y permite una regulación higrotérmica natural. “También es importante evitar materiales plásticos o sintéticos, ya que muchos liberan COVs (compuestos orgánicos volátiles)”. En su lugar, recomiendan optar por “sistemas de protección solar, como tejidos de fibras vegetales o, idealmente, pérgolas verdes con vegetación caducifolia, que dan sombra en verano y dejan pasar la luz en invierno”.

En una terraza o un balcón pequeño, "el mobiliario debe ser mínimo", según los arquitectos de Slow Studio

… y conectado con el interior

“La distribución de un balcón pequeño debe centrarse en priorizar la vegetación, en diferentes formatos y alturas, por encima del mobiliario. Es un error intentar amueblar en exceso estos espacios reducidos. El mobiliario debe ser mínimo y estar subordinado al espacio verde: una silla, un banco de madera con almacenaje o una pequeña mesa: idealmente de piedra o madera natural”.

Para los arquitectos, las plantas en macetas, jardineras grandes, elementos vegetales en altura o los árboles en contenedor “purifican el aire, regulan la humedad, nos protegen del sol y aportan biodiversidad. Además, su presencia activa nuestra biofilia: esa conexión innata con la naturaleza que, según la neuroarquitectura, reduce el estrés y mejora el estado de ánimo”.

Una terraza conectada con el interior y con vistas espectaculares aumenta el valor de una vivienda

Esto deberías ver desde tu salón o el comedor al mirar a la terraza

“Lo ideal al mirar hacia la terraza desde el interior sería ver una escena viva: un entorno abierto al cielo y al entorno natural. Poder ver cómo cambia la luz a lo largo del día, cómo se mueven las nubes o cómo entra la lluvia o el sol, nos ancla al presente y activa una relación sensorial con el exterior. Las vistas abiertas que nos permiten leer el clima y el entorno son un elemento fundamental de bienestar, tanto físico como emocional”, comentan desde Slow Studio. Los arquitectos aseguran que, además, “las vistas son uno de los primeros factores que influyen en el valor de una vivienda y uno de los elementos más determinantes a la hora de comprarla”.