Como se suele decir: los clásicos siempre vuelven. Y aunque no debemos confundir el estilo con el tipo de mueble, por lo general, a un salón clásico siempre le acompañará la elegancia, la estabilidad y la atemporalidad. ¿Y la mejor parte? Hay tantas variedades como puedas imaginar.
Para entender la diversidad del estilo clásico debemos tener en cuenta que es uno de los más usados históricamente y es una gran fuente de inspiración en la actualidad, ya que, con el apoyo de muebles más modernos, podemos conseguir un equilibrio y armonía que dejarán tu salón impecable.
Pero, empecemos por lo básico. Entendemos como clásico todo lo que comprende los estilos de los últimos siglos que se remontan hasta la antigüedad clásica. Es decir, desde los estilos arquitectónicos griegos y romanos hasta el barroco, el renacentismo italiano o el neoclásico. Estos estilos, además, han ido cogiendo diferentes formas con el paso de los años y con las influencias más actuales, por lo que incluso podemos hablar ya de un nuevo movimiento: el clásico-moderno.
Los elementos clave de un estilo clásico están, sobre todo, en el material, la forma y los detalles ornamentales. Los materiales más comunes que podemos encontrar son el mármol y la madera como protagonistas, acompañados de piedra, cuero y algunas telas. Por otro lado, las formas suelen ser muy características: piezas de grandes dimensiones y de estructura imponente, que destaca sobre todo en sillas, butacas, sofás y mesas. Finalmente, si hablamos de colores, los encontraréis de todos los tipos, aunque si quieres ser fiel al estilo clásico original, te recomendamos que abunden los tonos blancos y crema ¡Veamos algunas ideas!
Ideas para decorar un salón clásico en clave moderna
