Las velas aromáticas, con sus cálidas esencias, son las que marcan la diferencia entre un espacio bien decorado y un hogar cálido y acogedor. Con ellas podemos convertir cualquier ambiente en un lugar relajante y mágico, que nos evoque otras épocas y lugares. Por ello, las velas aromáticas se han convertido ya en un elemento más de nuestra decoración, y un detalle fabuloso para regalar, ya sea en Navidades o en cualquier otra época del año.
Pero eso no es todo: las velas también son símbolos de renovación, de iluminación y de purificación. De ahí que se utilicen tan a menudo en diferentes tradiciones litúrgicas en todo el mundo, que se empleen para favorecer la meditación o para crear un ambiente más sugerente y romántico. Además, según el aroma que desprendan, también pueden tener sobre nosotros efectos energizantes, descongestionantes, relajantes o estimulantes, y potenciar un cierto estado de ánimo.
¿Cuál es el origen de las velas?
Las velas cuentan con una historia que se remonta al inicio de las primeras civilizaciones. Desde las velas de aceite de los romanos, a la fabricación de otras más elaboradas a partir de sebo, un extracto de origen vegetal, o aquellas que fabricaban los egipcios a partir de ramas embarradas de sebo de bueyes o corderos. Para todas estas culturas, se trataba del medio principal para iluminar, y se utilizaba también en rituales y ofrendas religiosas.

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Su presencia como símbolo de la Navidad también cuenta con siglos de historia. Las velas se empleaban para ahuyentar a los malos espíritus, y poco a poco se fueron convirtiendo en uno de los elementos típicos de estas festividades. Existe, de hecho, constancia de que ya en el siglo XVI se colocaban velas en el árbol de Navidad en Alemania para decorar las estancias.
A partir de 1850, con el descubrimiento del petróleo, comenzaron a fabricarse velas con parafina y, posteriormente, todo cambió cuando primero el queroseno y, después, la electricidad, hicieron su aparición en nuestros hogares. Así fue como las velas fueron adquiriendo un carácter más decorativo, en lugar de ser un mero instrumento para iluminar.
¿Cómo fabricar velas aromáticas en casa?
Si la magia de las velas te ha cautivado a ti también, ya sabrás que muchas marcas de decoración se han sumado a la moda de la aromaterapia. Sin embargo, también pueden fabricarse en casa, resultan de hecho una manualidad simple, original, y perfecta para regalar. ¿Quieres saber cómo hacerlas? Pues sigue leyendo, ¡nosotros te lo mostramos!

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¿Qué se necesita para hacer velas artesanales?
- Cera o parafina refinada (la puedes encontrar en tiendas de manualidades o en internet). La cantidad dependerá de las velas que quieras hacer y de sus tamaños.
- Colorante, del tono que hayas escogido.
- Uno o varios moldes, para dar forma a tus velas.
- Esencia aromática. Puedes utilizar aceites esenciales, pero asegúrate que tienen un mínimo de calidad, ya que, de lo contrario, no obtendrás buenos resultados.
- Una cazuela para derretir la cera, una varilla guía (las venden también en internet y en tiendas especializadas), una espátula de madera y pabilos o mechas (el número dependerá de las velas que quieras hacer).
Ideas con las que puedes hacer velas artesanales que huelen muy bien
- Velas de café y vainilla. Mezcla la cera derretida con granos de café ligeramente machacados y unas gotas de esencia de vainilla. Al encenderla, tendrás una combinación con un aroma energético y reconfortante, ideal para encender por la mañana o en tu zona de trabajo.
- Vela floral de lavanda y pétalos secos. Añade unas gotas de aceite esencial de lavanda junto con pétalos de flores secas (como rosa o lavanda) dentro de un tarro de cristal. ¡Conseguirás un aroma suave y romántico cuando la cera se funda, aportando una sensación de calma y frescor totalmente única!
¿Qué medidas de seguridad debo tomar para elaborar velas?
Hacer velas en casa no suele suponer ningún peligro muy serio, pero hemos de recordar que estamos trabajando con parafina, un producto inflamable que, una vez líquido, puede alcanzar temperaturas muy altas. Por ello, siempre conviene seguir las siguientes precauciones:
- Te recomendamos que utilices guantes y gafas protectoras.
- Nunca dejes el fuego desatendido.
- Conviene utilizar un termómetro de cocina para controlar en todo momento que no sobrepasamos el límite de inflamabilidad.
- Si la cera prende fuego, cubre el cazo con un paño y apaga el gas. En ningún caso debes echar agua, ya que esto no harías más que avivar las llamas.
- Finalmente, reserva los utensilios que has usado para hacer las velas aparte. En ningún caso debes mezclarlos con aquellos que utilizas para cocinar.
Tus velas caseras, paso a paso:
Hacer velas aromáticas lleva algo de tiempo, pero no es en absoluto complicado. Tan solo asegúrate de seguir bien los siguientes pasos: