Distribuir correctamente un dormitorio - y más aún cuando se trata de uno pequeño - puede parecer sencillo, pero hay ciertos errores frecuentes que, sin darnos cuenta, pueden arruinar por completo la comodidad del espacio. Uno de los más importantes, tiene que ver con la ubicación de la cama, el elemento protagonista de cualquier habitación. Hay expertos en interiorismo y decoración, como José R. García, que lo tienen claro, y es que colocarla mal puede suponer una circulación incómoda y una perdida de funcionalidad considerable.

Jose Ramón García Abad, arquitecto e interioristas de Dimensi-on, trabaja con un objetivo claro: sacar el máximo partido a las viviendas con una decoración contemporánea, acogedora y con mucho estilo. Sus redes sociales son su portal personal para acercarse a sus clientes, además de enseñar, aconsejar y sugerir a las más de 30 mil personas que le siguen, algunas técnicas y trucos que consiguen que sus hogares se vean mucho más pensados y cuidados, adaptándolos a sus necesidades.

En ese contexto, el arquitecto, en uno de sus vídeos más vistos en su cuenta de TikTok, analiza de forma clara y didáctica los errores que cometemos al distribuir nuestro dormitorio y cómo debemos organizarlo para sacarle el máximo partido. Lo mejor de todo es que sus tips se centran en detalles prácticos, fáciles de aplicar y que realmente marcan la diferencia. ¡Lo vemos!

Error número 1: colocar la cama nada más entrar

"Si la colocamos al entrar, nos molestaría para las mesillas", dice José. Según el arquitecto, este error es muy habitual, ya que muchos lo comenten por inercia. Colocar la cama al entrar al dormitorio, a primera vista, puede parecer buena opción, pero desde el punto de vista del uso diario, no lo es. Además, tal y como cuenta el arquitecto, si optamos por no colocar las mesillas, "el dormitorio pierde funcionalidad". Además, visualmente la estancia se ve desequilibrada y se genera una sensación de "entrada bloqueada". 

Error número 2: ubicar la cama pegada a la pared lateral de la puerta

Otro fallo muy común es colocar la cama en la pared lateral inmediata a la entrada. Esta decisión, aunque pueda parecer que "libera espacio", complica mucho la circulación dentro del dormitorio, sobre todo cuando la cama es doble. Tal y como señala el experto, "cuando colocamos la cama en la pared que está justo al lado dela puerta, la persona que duerma en el lado más alejado, tendrá que recorrer toda la habitación para acceder a su sitio. Es una distribución poco cómoda y nada práctica".

La solución ideal

dormitorio
Foto: Foto: Fhe.es Arquitectura: José Duque Realización: Paloma Pacheco Turnes

La recomendación, por parte de José Ramón García Abad, es sencilla y lógica: "La cama debe estar lo más centrada posible en la pared frontal a la puerta de acceso". Esta ubicación permite una circulación fluida, un acceso cómodo a ambos lados dela cama y, además, una imagen simétrica y ordenada al espacio. Este planteamiento es especialmente útil en dormitorios pequeños, donde cada centímetro cuenta. Tener la cama frente a la puerta no solo mejora la distribución, también evita que el resto del mobiliario - como armarios o escritorios - interrumpa el paso o recargue el ambiente.

Las distancias sí importan

Más allá de dónde colocar la cama, el arquitecto también subraya la importancia de respetar cierts distancias mínimas para garantizar una buena circulación. Por ejemplo, entre los laterales de la cama y los elementos que puedan obstaculizar el paso - como paredes, armarios o escritorios - debe haber al menos entre 60 y 70 centímetros. En caso de que se trate de una cama individual (de 90 incluso de 105 centímetros), esta distancia debe ampliarse hasta 90 centímetros en la zona de paso, especialmente si está cerca de un mueble grande. Esos centímetros extra pueden parecer insignificantes, pero marcan la diferencia entre una habitación cómoda y una en la que todo estorba.

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