En un coqueto y pequeño pueblo de la preciosa Costa Dorada se encuentra esta maravilla de casa que es más que un hogar o un refugio vacacional para una familia francesa con siete hijos. Es todo un remanso de paz y de luz para esta familia numerosa que disfruta al lado del mar Mediterráneo. Y, para no romper esta belleza natural exterior, nada como acompañarlo de un interior igual de natural y acogedor y que ha surgido de la colaboración de los estudios de interiorismo Strada Interiors y Maison Perron.

Un trabajo de 10 no solo pensando en su interiorismo, sino en la parte más práctica para cumplir en cada rincón de la casa con las nuevas necesidades de esta gran familia. El leitmotiv elegido en este caso para dar vida a este hogar parte del empleo de las fibras naturales, la madera natural, los colores frescos y estivales. Y vaya si lo han conseguido. 

Las claves de esta preciosa vivienda mediterránea

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Salón comedor con piezas naturales

Aires ibicencos y naturales

Fotografía: Felipe Scheffel Bell. Estilismo: Sol Van Dorsen

Techo en rafia que se lleva todas las miradas

Si por algo destaca esta preciosa casa al borde del mar (y mira que hay para elegir entre tanta belleza interior y exterior) es su techo foseado en rafia. Una cubierta perfecta para la zona de día donde se encuentran la cocina, el comedor y el salón en un mismo espacio abierto al inmenso mar.

Un techo que se encarga de romper el blanco absoluto de las paredes con un foseado revestido de esta fibra natural y que es un precioso homenaje al estilo ibicenco en un escenario en calma y de lo más cálido. 

 

Sala de estar con muebles a medida

Luminosidad práctica

Fotografía: Felipe Scheffel Bell. Estilismo: Sol Van Dorsen

Todo a medida

En esta sala de estar, donde se reúne esta familia numerosa que disfruta de este precioso hogar, el mobiliario se ha hecho a medida. Un proyecto con dos máximas: por un lado, aprovechar al máximo todo el espacio y, por otro, convertir este rincón (de lo más natural y lleno de vida y luz) en una estancia para relax y disfrute de toda la familia. 

Mesa de comedor en madera tras el sofá

No falta nadie a la hora del almuerzo

Fotografía: Felipe Scheffel Bell. Estilismo: Sol Van Dorsen

Frescura a la hora de comer

La mesa del comedor se localiza en este mismo espacio abierto, justo detrás de uno de los sofás de la sala de estar. Una larga mesa para acoger a la hora del almuerzo a esta numerosa familia bajo un ambiente de lo más natural reforzado por el omnipresente techo de rafia. Madera y fibras naturales protagonizan este coqueto rincón. 

Cocina abierta en blanco y con espejo

Un cuadro magnífico mientras se cocina

Fotografía: Felipe Scheffel Bell. Estilismo: Sol Van Dorsen

Open concept en la cocina

Y a escasos centímetros de la mesa del comedor esta cocina abierta con espejo para no perderse nada de las inmensas vistas que se tienen detrás (además de para multiplicar el espacio de este lugar único que suma cocina, comedor y sala de estar).

En este caso, se ha optado por una cocina de lo más sencilla y funcional en un tono blanco que casa a la perfección con la vida tranquila junto al mar. 

Pasillo con rosetones y techo turquesa

Ibiza y Francia en un mismo espacio

Fotografía: Felipe Scheffel Bell. Estilismo: Sol Van Dorsen

Nunca habías visto un pasillo igual

De la zona de día a la zona de descanso pasamos por otra sorpresa que esconde la casa. Dejamos atrás el techo de rafia, pero nos encontramos con este increíble pasillo con rosetones y techo en turquesa (con aires mediterráneos). En el caso de estos relieves que nacen de la pared son un guiño al origen francés de los propietarios de la preciosa casa. 

Dormitorio con cabecero de rafia

Calidez a la hora de dormir

Fotografía: Felipe Scheffel Bell. Estilismo: Sol Van Dorsen

Natural y con toques en azul

Lo natural y el toque a mar que hemos visto anteriormente se replica de nuevo en uno de los dormitorios. Una estancia con puertas mallorquinas, cabeceros de rafia y muebles a medida hechos con nudos de madera. 

Y para no romper con la esencia cálida y acogedora, nada como elegir textiles naturales con el ocre y el blanco como tonos predominantes (y en divertido contraste con las mesillas pintadas en turquesa). 

Dormitorio infantil con literas y techo azul

El cielo sobre sus cabezas

Fotografía: Felipe Scheffel Bell. Estilismo: Sol Van Dorsen

Diversión más que asegurada

Los hijos del matrimonio dueño de esta preciosa vivienda tienen su propio espacio de lo más divertido. En una de las habitaciones se han dispuesto dos pares de literas de madera bajo un cielo casi real (hasta con nubes que sobresalen). Una estampa que nos recuerda a un inolvidable día en la playa en familia. 

Terraza con sofá y tres mesillas de madera

Para pasarse horas y horas

Fotografía: Felipe Scheffel Bell. Estilismo: Sol Van Dorsen

Una extensión del salón en forma de terraza

Pero la magia no acaba dentro de esta casa, sino que sigue (y de qué manera) en el exterior con una impresionante terraza que es toda una extensión del salón. La naturalidad de su diseño marca una continuidad visual con encantadores sofás y cortinas de rafia.

Butacas de madera en la terraza

La vida tranquila junto al mar

Fotografía: Felipe Scheffel Bell. Estilismo: Sol Van Dorsen

No se puede pedir más

Al otro lado de la alargada terraza se ha dispuesto una zona algo más informal con dos butacas de madera y fibras naturales. La elección de los textiles en amarillo y blanco dan el broche final a este precioso proyecto de interiorismo que han hecho de la mano los estudios Strada Interiors y Maison Perron.