Cuidar el medioambiente y ser más responsables en este sentido no es solo una moda actual, sino que forma parte del modo de vida y de la filosofía vital de muchas personas hoy en día que están preocupados por el planeta que dejaremos a nuestros hijos y nietos. Y parte de esa preocupación se muestra también en nuestra casa a la hora de imaginarnos cómo serán las viviendas del futuro... de aquí al año 2050.

No es extraño por tanto, que ese leitmotiv esté presente en la idea que se hacen muchos sobre una casa del futuro donde la última tecnología, el consumo responsable, la eficiencia energética y los espacios verdes serán protagonistas de nuestro hogar dentro de casi tres décadas. 

 

 

Hogar inteligente y eficiente energéticamente 

Desde el punto de vista energético, esas casas de ese futuro no tan lejano (que antes solo imaginábamos en las películas) estarán protagonizadas por el empleo de paneles solares y energías renovables, con elementos que nos permitan ahorrar energía en casa (luz, agua, gas...), con espacios verdes para cultivar los alimentos de cada uno de manera autosuficiente y con materiales y materias primas que sean sostenibles para levantar una casa con el menor impacto medioambiental posible.

Pero, medioambiente no está reñido con la última tecnología y también en esa visión del año 2050 contemplamos hogares con mayores medidas de seguridad, con dispositivos conectados entre sí para hacernos la vida más fácil, con elementos de domótica y con inteligencia innovadora para hacer las tareas más comunes de casa. 

 

Casa del futuro

 

La decoración queda en un segundo plano

Lo importante para aquellos que piensan en cómo serán las casas del año 2050 no está tanto en seguir un estilo decorativo y una tendencia de moda en este sentido. Lo esencial es que esas casas sean sostenibles, con materiales ecológicos y que se invierta más dinero y más recursos en vivir en una casa que sea tecnológicamente más avanzada y con más seguridad para sus inquilinos. 

Una necesidad que sobre todo se antoja clave entre los más jóvenes, por su carácter de nativos digitales ya que son ellos los que más apuestan por soluciones innovadoras dentro de lo que se conoce como smart home: dispositivos inteligentes que nos digan cuándo tirar la basura, que se bajen o se suban solas las persianas, que planifiquen la compra semanal en base a lo que se está agotando en la nevera o que se encargue, virtualmente, de hacer la colada de la ropa sucia.