En lo primero que piensas cuando se te ocurre comprar una funda para el sofá es evitar que se llene todo de manchas (en la mayoría de los casos complicadas de limpiar). Pero, ¿sabías que este textil del hogar tiene también una función decorativa para cambiar por completo no solo el aspecto del sofá, sino casi el interiorismo de toda la estancia donde este se encuentre?

Un cambio total si, además, no solo optas por otro color totalmente distinto al que tiene tu sofá, sino que el efecto se multiplicará si el tono elegido es de lo más original o llamativo (como el de la funda que nos ha gustado de IKEA y que ahora te presentamos) y, si también, cuenta con una textura llamativa. 

Una funda de sofá es algo más que un textil protector

Una funda de sofá es algo más que un textil protector

Foto: Ikea

El poder deco de una sencilla funda de cojín

En muchos hogares no es nada raro encontrar un sofá precioso que está cubierto de forma destartalada y sin sentido por una vieja colcha o una sábana que cuelga y arrastra por todos lados. No es ni bonito ni tampoco funcional. En estos casos mucho mejor una funda, pese a que hay muchos detractores de estas piezas textiles, tanto para evitar que el sofá se estropee como para visualmente cambiar el estilo del salón.

Y es que, sin duda, usar una funda de sofá es una de las formas más rápidas y económicas para dar un aire de lo más renovado al diseño de este espacio de tu casa. No solo cuida del mueble, se adapta como un guante a las dimensiones del mismo... sino que le proporciona una nueva piel. Parecerá que estrenas sofá cada medio año. 

Marrón anaranjado para la funda de tu sofá

Marrón anaranjado para la funda de tu sofá

Foto: Ikea

Colores llamativos como el de la funda SÖDERHAMN

Y para dar un toque de renovación total, nada como elegir una funda como esta que hemos encontrado en IKEA y que más de uno creerá que es un nuevo sofá. Se trata del modelo SÖDERHAMN ideal para este módulo de 3 plazas en un divertido y original marrón anaranjado.

Como ves, es una funda que no es la clásica en tonos neutros y se adapta al milímetro a este conocido y personal sofá de la marca sueca. Es más, su efecto es tal que más de una visita cuando vaya a tu casa creerá que te has desecho de tu viejo sofá. No te preocupes, no desvelaremos tu secreto; está a salvo con nosotros. 

 

Todo al blanco en el sofá

Todo al blanco en el sofá

Foto: Ikea

O bien más claros para dar luz y amplitud al salón

Puedes elegir la funda de sofá que te hemos dado para un efecto rompedor o bien optar por uno de estos dos modelos, también de IKEA, que nos han gustado no solo para proteger este mueble y darle un nuevo aire, sino hacer que la estancia gane en luminosidad y amplitud gracias a su tono neutro y blanco en cada caso. 

El primero de ellos es esta funda resistente y semi-suave con un acabado texturizado que está confeccionada en tejido Hallarp de algodón y poliéster. La funda HYLTARP es la funda que necesitas si hay niños en casa (lo sabemos, es blanca y te puede parecer una locura) ya que se limpia con suma facilidad al quitarse sin problema para ir directa a la lavadora.

Funda de sofá con textura y diseño clásico

Funda de sofá con textura y diseño clásico

Foto: Ikea

La otra pieza que hemos rescatado del catálogo de fundas de sofá de IKEA es el modelo EKTORP para el mueble de dos plazas en beige claro. En este caso, la textura es de lo más llamativa (con su efecto jaspeado) y está confeccionada en un tejido de poliéster denominado Kilanda, lo que le confiere un aspecto de lo más brillante y suave (sin perder su elegancia para un salón moderno y actual).