El latido del barro: 5 historias de alfareros actuales que se dejan el alma en un oficio que nunca se apaga

La alfarería es uno de los negocios más antiguos del mundo. Se cree que se originó hace más de 12 milenios en Japón, con el objetivo de poder almacenar la comida a una buena temperatura. El barro y la arcilla son los dos materiales estrella de esta técnica, ya que son naturales, resistentes y muy fáciles de moldear.

Con el paso de los años, la finalidad de la alfarería se ha ido transformando hasta cumplir con unos objetivos muy distintos a sus orígenes. Actualmente, muchas firmas recurren a esta técnica con el objetivo de crear obras de diseño artesanas que puedan servir como decoración en los interiores de las casas. De hecho, esta corriente está llegando a tales niveles, que en los últimos meses los productos hechos a mano son tendencia. Para saber un poco más sobre este sistema milenario, hablamos con algunos profesionales del sector.

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DAMIÁN CÁNOVAS: El alma de la vocación

Sin recurrir a libros de fórmulas ni apuntes, y transmitiendo el saber y las destrezas de generación en generación, Damián Cánovas encarna la sexta rama familiar dedicada a
la alfarería. “Cuando dejé la escuela a los 14 años y comencé a trabajar los cántaros para el agua, las orzas para las aceitunas y las tinajas para el vino o el aceite eran lo más habitual.

El valor de la alfarería

Las alfarerías eran esenciales; las casas dependían de esas piezas de barro en su día a día. Sin embargo, de las 25 que existían en la zona, ahora sólo quedan seis”, explica desde su
taller en Totana (Murcia), donde sigue buscando a la persona adecuada para heredar su legado.

En busca de nuevas generaciones

“Cada temporada contrato a jóvenes, porque enseguida puedo distinguir si sienten pasión por este oficio o si buscan únicamente un salario. Muchos abandonan tras los primeros
meses al descubrir lo exigente que es. Pero también están quienes, en los ratos libres entre tareas, aprovechan para perfeccionar una pieza y conectar con ella a través de sus
manos, lo que me permite constatar que aman la alfarería como yo la amo”, señala.

A la vieja usanza

Aunque en los noventa llegaron máquinas que agilizaron algunos procesos, sigue moldeando las piezas con torno y prensa, dándoles el toque final con sus manos.

ABENVAL: Esencia arbórea

Después de dos décadas en el mundo del retail en empresas
líderes del sector, Alfredo Benitez Valero, originario de Barcelona, aprovechó la coyuntura de la pandemia para dar un giro a su vida, en los planos personal y profesional. “En la búsqueda, empecé a dar mis primeros pasos en la cerámica.
A pesar de la dificultad inicial de las técnicas, me resultó fácil
adaptarme a los procesos del barro porque vengo de una familia en la que la artesanía y las labores manuales han sido una constante”, confiesa sobre cómo, tras un par de años sumando talleres formativos y horas de práctica, fundó Abenval, su propia marca de objetos cerámicos.

Naturalidad y artesanía

“Mi taller-estudio está en Valls (Tarragona), en una finca rural rodeada de olivos y avellanos. Ese entorno natural es, sin duda, una fuente inagotable de inspiración”. Su primera colección, llamada Serie Nº1, da fe de ello. Adaptadas para ser utilizadas como candelabros o como piezas decorativas, emulan las formas y volúmenes de varias especies de árboles locales a través de tres tipos de barro –arcilla roja, pasta de gres y negra de manganeso– y acabados tanto naturales como especiales, donde el barro comparte protagonismo con el bronce, el latón y el cobre.

Piezas polifacéticas

Con un ADN orgánico, los productos de Abenval destacan
por su atemporalidad y simplicidad, siendo piezas artísticas
que se integran en cualquier espacio.

MARTA LORCA: Energía renovada

En 2015, tras 20 años como traductora y más de una década gestionando proyectos de arte contemporáneo en Europa, África, América y Asia, Marta Lorca decidió formarse como ceramista, y esa transformación resultó ser una revelación. Desde entonces, el barro se convirtió en su medio de expresión artística, y su estudio, ubicado en la sierra Noroeste de Madrid, en el espacio donde libera su verdadero yo. Sin moldes, únicamente con la destreza de sus manos, da vida a pequeños cuencos con forma de ostra o girasol, grandes jarrones y bandejas que evocan acantilados, manta rayas, medusas y cuevas cubiertas de algas.

Esencia artesanal

En definitiva, piezas orgánicas en las que captura la
energía que fluye en el momento de creación: “Es un diálogo con el barro, él se enrosca en tus manos y decide qué quiere ser. No se trata de emular la naturaleza, sino de formar parte de ella, entrando en contacto con la materia, haciendo cuerpo con ella. Es el barro quien impone los límites del lenguaje, el que permite un discurso, una simbiosis”.

De cara al futuro

Siempre en constante evolución, sus próximos proyectos incluyen una colaboración con los pintores Veo Blasco y Toni Marmota, el último bajista de la banda de rock La Frontera; una alianza con Palacios y Museos para la tienda del Palacio Real de Madrid; y una instalación que contará con el trabajo textil de la artesana Yoyo Asensio.

Siluetas contemporáneas

Marta Lorca trabaja el barro con intuición, creando arquitecturas que emergen de formas y texturas inspiradas
en la naturaleza, impregnadas de la energía que transmiten
sus gestos.

PEDRO GALDON: Entre forma y frontera

A caballo entre la comuna francesa de Hendaya y su Irún natal, Pedro Galdon se considera un trabajador transfronterizo que, desde que tiene uso de razón, ha percibido dos estéticas diferenciadas por vivir en la misma frontera. Esa dualidad forma parte de su identidad.

Un material protagonista

Tras estudiar Arte y Diseño en la Escuela de Diseño de San Sebastián y Diseño de Proyectos de Edificación en
Bidasoa, comenzó a diseñar vajillas para restaurantes, pero pronto descubrió que necesitaba traducir más rápidamente lo que imaginaba en su cabeza a la realidad. Fue entonces cuando, mientras seguía diseñando, se sumergió gradualmente en la cerámica, desentrañando los secretos del gres, su material predilecto. Su primer paso fue crear vajillas con el torno y la técnica de placa a alta temperatura, pero su inquietud lo llevó rápidamente a acercarse al arte contemporáneo, fusionando arquitectura, escultura y alfarería en unas microarquitecturas que ha expuesto en medio mundo.

Innovación ante todo

“Normalmente, la cerámica se presenta en formas sinuosas
y redondeadas. Las formas ortogonales y sin molde son raras, por eso comencé a experimentar con los volúmenes, llevando la tensión molecular del barro a su límite y transformando el plano en una evolución morfológica y geométrica”, detalla sobre su proceso creativo.

Entre el pasado y el futuro

Galdon utiliza la sencillez de la materia para dotarla de una
estética libre de prejuicios, actualizada con una pátina poética que transita entre lo clásico y lo futurista.

BONADONA TERRISSERS: Oda a la curva

Eloi Bonadona lleva el oficio en la sangre. En 1700, su familia fundó la empresa Bonadona Terrissers en el pueblo gerundense de Quart, donde se mantiene activo uno de los pocos hornos morunos de leña de la región, que continúa fabricando, siglos después, la tradicional y tan característica cerámica negra de Quart.

Un negocio familiar

“Aprendí de mi abuelo y de mi tío abuelo, pero, a decir
verdad, soy bastante autodidacta porque cuando era pequeño, ambos ya eran mayores. En cierto modo, tuve que formarme por mi cuenta, explorando distintas técnicas y métodos para materializar las piezas que tenía en mente.
Siempre he estado en la búsqueda de arcillas con tonalidades naturales y texturas que hagan único cada detalle de nuestras creaciones”, rememora desde su laboratorio creativo, donde también participan activamente su madre y su hermana.

Formas modernas

Quizás por eso, como él mismo remarca, todo lo que sale de su taller posee una distintiva y profunda personalidad: “Una vez me preguntaron si, al pensar en una pieza nueva, lo hacía en masculino o femenino. Mi respuesta fue que, en su mayoría, lo hago en femenino, especialmente cuando las veo girar y danzar grácilmente en los tornos. Las curvas y las líneas me inspiran muchísimo más que lo cuadriculado”.

Una larga trayectoria

A lo largo de los años, ha colaborado en proyectos como la creación de piezas únicas para hoteles y restaurantes e, incluso, tiendas de renombre internacional como Massimo Dutti.