El invierno está a la vuelta de la esquina y el frío ya ha llegado, así que es momento de adecuar la casa a la nueva estación. ¿Una pieza que se agradece? Las alfombras. La bajada de las temperaturas nos invitan a pisar sobre suelos blanditos y cálidos. Y es que dicen que, tener frío en los pies, hace que se enfríe todo el cuerpo. Sea verdad o no, disponer de alfombras en casa es un auténtico placer, más aún si son diseños acogedores y elegantes

Ahora bien, elegir la alfombra ideal no siempre es fácil. Todo lo contrario, la mayoría de las veces termina por ser muy complicado. Y más allá de los metros que vaya a tener, es importante analizar previamente el uso que le queremos dar, así como el espacio donde va a ir. 

 

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El color
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El color

El color es una decisión muy importante, que depende de donde se va a ubicar y de que muebles va a tener alrededor. Debe ir en sintonía y conseguir crear espacios armónicos. Esto no significa que tengan que ser los mismos, muchas veces en la mezcla se encuentra el equilibrio y elegancia. Por un lado, los tonos claros aportan más luminosidad y ensanchan el espacio, por lo que las alfombras en estos tonos son ideales para pisos pequeños. Por el contrario, en grandes espacios, una apuesta más segura es optar por alfombras oscuras, ya que ayudan a dar más calidez.

 

El tamaño
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El tamaño

Tomar medidas es un paso vital para elegir la alfombra correcta. No se puede ir de cabeza a la compra sin antes ver las medidas exactas, de no ser así, lo más probable es que nos terminemos por equivocar. Y es que el tamaño suele ser uno de los errores más habituales. Si la alfombra es para el salón, las patas del sofá tienen que pisar la alfombra. Con el comedor es todo lo contrario: las sillas tienen que quedar dentro de la alfombra incluso cuando las movamos para levantarnos - lo ideal es que sobresalga unos 60 cm aproximadamente por cada lateral de la mesa-. 

 

Atrévete con las texturas
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Atrévete con las texturas

Las alfombras con textura cada vez están más de moda. Sobre todo las de punto grueso y las de nudo largo. Y si hablamos de materiales, la lana siempre es la protagonista en invierno, mientras que las fibras naturales triunfan en verano.

Las alfombras de vinilo ganan su terreno para aquellos que buscan una alfombra lavable y muy resistente. Son ideales para el baño y la cocina. 

 

Atrévete con las redondas
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Atrévete con las redondas

Si bien las alfombra alargadas y rectangulares son las favoritas, las circulares cada vez se imponen más. Una forma geométrica que se adapta muy bien a cualquier espacio y consigue crear atmósferas cálidas y bien resueltas. Para el salón de los niños, para la terraza, o incluso debajo de una mesa auxiliar. 

 

En el dormitorio
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En el dormitorio

La alfombra en el dormitorio le aporta un plus de calidez y confort. Por ello, es bueno que realmente se luzca. ¿Cómo? Que sea de gran tamaño. Lo ideal es que sea bastante más grande que el tamaño de la cama para que se pueda lucir en sus extremidades. Y optar por colores acorde con el resto de la decoración es también esencial para conseguir ese confort y paz tan necesaria en el dormitorio, el lugar donde vamos a descansar.