El color blanco suele ser el más demandado a la hora de pensar en un baño, por sus connotaciones de pureza, higiene, etc. También porque muchos de ellos tienen ubicaciones interiores, es decir, carecen de luz natural y el blanco es una apuesta segura para realzar la luminosidad, con ayuda de una estudiada iluminación.
Pero también es verdad que un baño todo blanco resulta excesivamente neutro, poco atractivo incluso y hasta frío. De ahí que se recomienda incluir un elemento que rompa dicha base de 'no-color' y la madera es una de las opciones con más posibilidades de quedar bien y de aportar calidez. A su habitual aplicación en los muebles, se suman otras que merece la pena conocer.
Baños en blanco y madera: 15 detalles para inspirarte