Seguro que en alguna ocasión te has topado con ellos, aunque quizás no haya sido bajo el término microgreens. Es posible que hayas oído hablar de brotes, microvegetales, microbrotes o incluso bajo el misterioso y sugerente apodo de “hierbas verdes” que últimamente se utilizan para decorar un sinfín de platos en el mundo de la gastronomía.

Son esas diminutas plantas comestibles que se recolectan justo después de su germinación, concretamente tras la aparición de sus dos primeras hojas verdaderas. La principal diferencia entre un microgreen y un brote es que estos últimos están destinados íntegramente a su consumición, incluyendo su semilla y su raíz, y son recolectados cuando aún no han sacado sus primeras hojas. Los microgreens, por el contrario, suelen estar listos para ser cosechados en un período de entre cuatro y tres semanas, según la variedad.

 

 

La maduración de los microgreens es, por tanto, mucho mayor, y no requieren tanta hidratación. Necesitan un sustrato para expandir sus raíces, y, como la mayoría de las plantas, también necesitan de la luz solar. En la cocina, aportan una gran versatilidad gracias a su gran concentración de sabores y a que ofrecen una belleza inusual.

Ideas de decoración con microgreens
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Las variedades que más se cultivan

Algunas de las variedades más comunes que encontramos en el fascinante mundo de los microgreens incluyen el brócoli, amaranto, remolacha, albahaca, col, cebolla, apio, arúgula, apio, cliantros, col rizada, mostaza o rábano blanco. Estos tipos se seleccionan por su apariencia y sabores distintivos, ya sean dulces, picantes, amargos, o sencillamente inesperados.

Se utilizan como guarnición y para acentuar sabores en platos o ensaladas, y son además un elemento decorativo en la gastronomía gourmet que aporta nutrientes de gran calidad. Esta apariencia delicada y fresca que ofrecen a nuestros platos, ha dado un giro y aporte significativo a la cocina, considerándose como un elemento esencial en la alta cocina internacional.

 

 

Decora tu hogar con microgreens

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Pon un jardín de microgreens en casa

Además de su gran fama en el mundo de la gastronomía, estas diminutas plantas también se han puesto de moda en decoración, con el que dar fácilmente un toque natural y minimalista a nuestros espacios. Del mismo modo que las plantas de interior están arrasando especialmente en los pisos de los millenials, los microgreens se van abriendo camino poco a poco en nuestros hogares, y, gracias a su facilidad para crecer en cualquier entorno, todo apunta a que en 2020 serán ya una tendencia establecida.

Crea tu microhuerto en casa

Si tú también te quieres sumar al cultivo de microgreens y contribuir así en crear ambientes que además de naturales y estéticos sean sostenibles y proporcionen elementos reutilizables, sigue estos sencillos pasos:

Los materiales que necesitas

  •  Uno o varios recipientes: utiliza bandejas perforadas con saluda de humedad por debajo, y con una superficie que tenga una profundidad suficiente para que las plantitas desarrollen sus raíces entre 5 y 15 cm.
  •  Fibra de coco o perlita: será la base sobre la que crecerán las raíces.
  •  Sustrato fértil: asegúrate de que es apto para horticultura.
  •  Semillas ecológicas de hortalizas.
  •  Un pulverizador con agua.
  •  Un lugar donde dé el sol al menos durante seis horas al día.

Pasos a seguir

  1. Coloca en las bandejas una base de fibra de coco.
  2. Esparce las semillas sobre la base.
  3. Cúbrelas con una fina capa de sustrato y humedécelo bien con el pulverizador.
  4. Deja las bandejas tapadas con papel film en un lugar cálido de la cocina y pulverízalas dos veces al día. Verás cómo a los pocos días empiezan a germinar.
  5. Coloca los recipientes destapados en algún lugar con sol y sigue regándolos un par de veces al día.
  6. Cuando tus microgreens hayan sacado sus 2 cotiledones (las dos hojitas) estarán listos para consumir. Córtalos a ras de tierra y utilízalos en tus recetas (asegúrate de lavarlos bien previamente).