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Entrevista a Lorna de Santos, ganadora del premio Casa Decor 2020

Ganadora del premio Casa Decor 2020, la arquitecta madrileña diseña, a través de texturas y acabados envolventes, espacios minimalistas llenos de calma y calidez

Lorna de Santos
Lorna de Santos

El diseño y la decoración forman parte de su vida (su padre es constructor y su madre interiorista) y, aunque estudió arquitectura, en el diseño de interiores se siente como pez en el agua. Fundó su estudio hace tres años, dispuesta a poner en práctica sus ‘locuras’: espacios desnudos, con un alma cálida. Acaba de ganar el premio al mejor proyecto en Casa Decor 2020

Enhorabuena. ¿Cómo has recibido este premio y qué supone para ti?

Jamás en mi vida pensé que pasaría esto. Llevo tres años yendo como visitante a Casa Decor y siempre le decía a mi madre: si yo expusiera lo que me gusta sería muy diferente. No me he animado a participar hasta este año y ha sido increíble. 

Cómo has conseguido crear un mundo de sensaciones a pesar de la desnudez del espacio 

Antes, cuando la gente hablaba de minimalismo, se trataba de un estilo frío, ahora, sin embargo, es más cálido. Normalmente los interioristas incorporan piezas para meter calidez y yo siempre he pensado que esta debía crearse a través del propio espacio, con elementos (no objetos) que consigan esa sensación. Podría decirse que es una arquitectura que te observa. Cada pieza está pensada para ser el apoyo de algo. En mis proyectos no puede haber nada que me sobre, que me abulte, que me distorsione de mi paz. Yo soy muy nerviosa, por lo que siempre diseño el espacio en el que me quiero encontrar. Son mi terapia. Busco el mínimo de piezas posibles, que me arropen y no falte nada de lo que se necesita. Siempre desde muy pequeña he ido tocándolo todo en mi vida, qué es esto, Creo que a través de las texturas y de los experimentos que hago con diferentes acabados se logra una envolvente por sí sola. 

¿Se puede decorar con lujo y ser respetuosa con el medio ambiente?

¡Por supuesto! Cuando buscas un sitio en el que estar, y más ahora que vamos a vivir mucho tiempo en casa, necesitas estar en contacto con el entorno. Es la naturaleza, el mar o el campo, la que nos evoca esos espacios de paz y tranquilidad. El espacio zen es natural al 100%.

¿Cómo es para ti la casa ideal?

Aquella a la que siempre quieres volver. Cuando entro en mi casa, que es pequeña y la acabo de reformar, digo qué gusto. Después de un día frenético, llegar y sentirse cómodo es fundamental. Mi vivienda ideal tiene pocas cosas y están recogidas, ordenadas y guardadas. La gente cuando entra siempre me pregunta: ¿de verdad vives aquí? Sí, y vivimos genial, con pocas cosas para disfrutar y que los objetos no nos atormenten. 

¿Tus señas de identidad?

Piedra, madera, lino y morteros son mis mejores acompañantes. Otra de las cosas que nunca faltan en mis proyectos es una pieza diseñada por nosotros y una iluminación cálida con lámparas bajas. 

La luz…

Me aporta mucho al proyecto, aunque una buena iluminación es complicada. Mi apuesta siempre es una luz baja, muy cálida y que podamos ir modificando, en función de las necesidades. Intentar no iluminar desde el techo, salvo con luz indirecta, escondida en los muebles y las candilejas, o que las lámparas bajas sean las que iluminen.

¿Con qué materiales te gusta trabajar?

Con los naturales. Piedra natural, cantera española y piezas de madera recuperada de un taller de Vitoria con el que trabajamos. Y luego las texturas: arena de playa, morteros, cemento. En textiles, mucho lino y algodón 100%.

En un proyecto, ¿qué tiene más importancia para ti?

Nosotros arriesgamos en la propuesta porque a veces el cliente no sabe llegar a todo lo que ofrece un espacio. Una visión diferente, modernizar la vida de nuestros clientes, con nuestro toque de innovación.

¿Los colores que no pueden faltar?

El blanco, nuclear extramate, concretamente. Es mi color base. Pero también cualquiera que esté en la naturaleza. Nunca nos verás incluir uno que no se encuentre en nuestro entorno natural: tierras, marrones, cremas, rojizos… Como cuando vas por España viajando y contemplas los paisajes. 

Dónde te sientes más cómoda (residencial, restaurantes…) 

Los restaurantes me dan la libertad de poder hacer lo que quiera e investigar. Me encanta hacer un par al año para poder tener ese toque de locura e innovación, pero me gusta mucho el residencial. Encajo muy bien con la gente y les sumerjo en mi mundo. Ahora, nos estamos centrando en los hoteles, que son también apasionantes. 

 

 

Sobre el autor

Lola Marquez

Periodista

Llegué al mundo de la decoración y el diseño de casualidad y me quedé para siempre. Y, a pesar de que han transcurrido muchos, muchos años (como en los cuentos), sigo viendo, leyendo y, por supuesto, escribiendo con la misma ilusión y las mismas ganas. He tenido etapas, como todas, he cambiado de estilo y he sustituido en mi corazón ‘deco’ los suelos de madera por el papel pintado, aunque sigo guardando un lugar especial para un buen sofá: será cosa de la horizontalidad. También he comprobado que el amor verdadero por la decoración se pega y se transmite de generación en generación. Para comprobarlo, basta con ver las habitaciones de mis hijas y recordar el recibidor de mi infancia.