A Eva González la conocimos hace más de 20 años cuando se hizo con el título de la más guapa del país, y es que fue Miss España 2003. Desde entonces el bello rostro de la sevillana, concretamente del pueblo de Mairena del Alcor, ha sido un habitual tanto en las mejores pasarelas de moda como en la televisión ya que ha ido estos años encaminando sus pasos profesionales como presentadora. Una trayectoria que incluye su participación en Masterchef, así como en las distintas versiones del talent show musical de La Voz (y La voz Kids y La voz Senior).

Un ritmo frenético de trabajo que la mantiene casi todas las semanas en Madrid, pero que, siempre que puede, le permite escaparse a su refugio más familiar en el sur. El que tiene en un precioso chalet que se compró hace años en el pueblo que la vio nacer y donde disfruta de su hijo Cayetano y de sus amigos y familia. El enclave perfecto para relajarse cuando las cámaras y los focos de sus programas se apagan. 

Aire clásico junto al espejo del dormitorio de Eva González

Una de las paredes del dormitorio de la presentadora sevillana muestran, a través de la decoración, el fervor y el sentimiento religioso de su dueña. Pequeños cuadros antiguos de imágenes con simbología religiosa que dan un aire de lo más clásico y castizo a esta parte de la estancia. Sin embargo, Eva González ha sabido mezclar con acierto elementos más antiguos (característica que se repite en la moldura barroca del espejo de cuerpo) con otros más actuales y modernos.

Es el caso de la ropa de cama toda en blanco para dar luminosidad y amplitud al espacio, o el banco a los pies de la cama que se adivina en el reflejo del espejo y que se ha revestido de cuero negro. 

 

Las imágenes religiosas antiguas decoran las paredes de su dormitorio

Las imágenes religiosas antiguas decoran las paredes de su dormitorio

Foto: @evagonzalezoficial

Un pequeño mosaico de cuadros antiguos como idea decorativa

Lo de decorar las paredes de nuestro hogar con cuadros es un recurso muy habitual en interiorismo, ya que nunca pasa de moda y siempre es un acierto; sea del estilo que sean. Un poco de arte que, en ocasiones, viene en forma de un mosaico o conjunto de varios elementos para construir un todo de lo más artístico y personal. 

Estilos, colores, materiales, texturas y tamaños de cuadros hay muchos (tantos como gustos y personalidades), pero permitidnos que nosotros hagamos una mención especial a aquellos cuadros más antiguos y con cierto aire vintage. ¿Nunca habías reparado en ellos? Es una apuesta segura tanto para dar vida a espacios más clásicos, formales y convencionales, como para vestir las paredes desnudas de una casa que derroche una esencia más moderna y vanguardista.

Y ya que te animas, nada de simetría y medidas perfectas: juega en tu mosaico con formas, tamaños y colores distintos dentro de un mismo patrón decorativo de antaño.  

decoración castiza

En este salón se mezclan elementos clásicos típicos de la cultura española más castiza (cuadros con marcos dorados y artesanía de fibras naturales) con muebles de diseño y recursos decorativos muy actuales (las repisas de obra, la pared de ladrillo o los asientos de formas curvas). Foto: Fhe.es Realización: Paloma Pacheco Turnes Interiorismo: José Duque

Elementos vintage que tienen hueco en tu casa moderna

Si buscas esta última opción decorativa, lo de mezclar piezas vintage con otras más modernas o con un ambiente más actual, sigue estos consejos para que el interiorismo sea de revista y no fruto del azar... con un resultado poco armonioso: 

  1. Encanto equilibrado y proporcionado: para que la mezcla de tiempos y fechas sea perfecta, tiende hacia el equilibrio entre ambas partes y combina esas piezas de herencia familiar con toques más actuales. Evitarás así que todo sea demasiado añejo o demasiado vanguardista. Un caso práctico: una mesa de centro de madera con un acabado de siglos junto a un moderno sofá de formas orgánicas y de diseño. 
  2. Centra la atención del espacio: Dale a un mueble vintage más especial todo el protagonismo y haz que se convierta en el punto focal de la estancia. Por ejemplo, junto a una pared principal coloca una vitrina antigua y decora su interior con objetos decorativos más modernos y no solo con vajilla igual de vintage que el mueble.
  3. Contraste: No te olvides de tener en cuenta que es mejor que haya una mezcla de materiales para un resultado armónico en colores y materiales: fríos y cálidos, ricos y pobres, brillantes y mates... Lo mismo que si hablamos de contraste entre mobiliario para potenciar una pieza de antes. Un truco: junto a una mesa de comedor de diseño y minimalista, nada como una silla clásica, rococó y de terciopelo. La diversión está asegurada.
  4. Color y textura también intervienen: El mismo juego de contrastes se puede llevar también hacia las texturas y los colores que vayan a decorar dicho espacio a medio camino entre el pasado y el futuro. Las piezas vintage suelen ser de un color único y puedes ponerlo en valor con motivos o tonos más divertidos y actuales (por ejemplo, en los textiles de la habitación). 
  5. Mix de estilos: No tengas miedo a mezclar estilos, de la misma manera que te has atrevido a juntar en un mismo espacio décadas actuales y pasadas. Cualquier combinación es perfecta para adecuarlo a tu estilo decorativo y al estilo de tu casa.
  6. Pinceladas decorativas: Siempre tendrás un resultado perfecto si empleas acentos decorativos, como obras de arte contemporáneas por ejemplo, para ir de la mano de objetos vintage y otros más modernos en una misma estancia.
  7. La iluminación también es clave: La luz perfecta y adecuada hará mucho a la hora de poner la atención y ensalzar tanto los objetos vintage como los de aire más actual. Además, aquí puedes jugar también con lámparas contemporáneas junto a piezas clásicas o en sentido contrario.