¿Dónde colocamos la cama? La respuesta en la mayoría de los casos sería junto a una de las paredes de esa estancia. Pero, ¿si no tenemos espacio o si queremos darle una vuelta al diseño interior de ese dormitorio? Siempre se puede colocar la zona de descanso en mitad del espacio y hacer que el cabecero sea de lo más original y personal

No solo por una cuestión de estética y decoración. En ocasiones, optar por esta solución es imprescindible para aprovechar al milímetro el espacio, sobre todo si es una habitación más bien pequeña). ¿Y si es un dormitorio más grande? La cama exenta es la respuesta y queda así de bien sin pared. 

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Cama sin pared con cabecero de listones de madera

A través del cabecero

Born 13

Cabecero abierto

En este caso no hay pared para la parte superior de esta cama. Ni falta que hace con esa especie de original cabecero hecho con listones de madera (a juego con el resto del mobiliario del dormitorio). Así de efectivo y así de sencillo para hacer una separación de ambientes que además deja pasar la luz a la parte de atrás. 

Estructura de madera y cristal en negro

Miradas a través

Brákara Studio

¿Podría ser una pared?

Sí, pero no lo es. En este caso la solución por la que se ha optado para no recurrir a una pared pero sí hacer una separación de ambientes (entre donde está la cama y la zona de baño y vestidor) es esta estructura de madera y cristal. Un juego perfecto de armonía que se camufla y forma parte de los mismos armarios del vestidor. 

Un pequeño tabique junto con el cabecero tapizado

Discreción a media altura

EVA MESA TINDA´S PROJECT INTERIORISMO Proyecto GANDUXER 5531

Nos quedamos a la mitad

Casi casi... si no fuese por el hecho de que este tabique se ha quedado a medio camino y no es una pared en su justo sentido de la palabra. Para no unir en exceso la zona más intima del baño y el aseo con la zona de descanso se ha optado por esta separación a mitad de altura donde se sostiene el cabecero tapizado. Hace las veces de pared, pero no es una pared; este es el truco

Dormitorio minimalista en tonos blancos y grandes armarios

Todo al blanco

AD maria odena

Pureza sencilla y efectiva

Si no fuera por esa delicada luz que sale de la hornacina a modo de cabecero, todo parecería uno en este escenario totalmente puro, minimalista y blanco. Lo dicho, se salva el detalle de la iluminación y un par de textiles en los cojines. Volviendo al cabecero-pared no solo es decorativo, sino que cumple su función práctica para tener todo a mano cada noche.

Dormitorio en tonos tierra

Al natural con cama exenta

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Cromatismo bien elegido

Textiles, muebles y revestimiento en la misma paleta cromática. No es una elección al azar, es una solución de lo más acertada para este dormitorio donde se ha colocado la cama en el centro de todo casi camuflándose y a modo exento. Solo advertimos la presencia de la zona de descanso gracias a elementos obvios y a esa estructura a media altura que no es ni siquiera una pared

Dormitorio nórdico en tonos relajados

Hornacina en lugar de pared

Amai Studio2

Calidez natural

Dormitorio similar a uno ya visto en lo que se refiere a esa hornacina que nace de ese tabique a media altura y funciona como pasillo hacia el armario. Espacio revestido en esa misma madera que se repite en elementos decorativos y naturales y que confiere a todo el espacio un aire cálido y acogedor

Dormitorio pequeño sin pared pero con cama protagonista

Cabecero bajo con hornacina

Amai Studio

Contraste con el blanco

Hasta en las habitaciones más pequeñas se puede usar sin problemas esta idea de separación y decoración para apoyar la cama. En este caso se ha optado por un cabecero a media altura (con una hornacina horizontal) que crea además una zona independiente en el armario.  Todo en un mismo blanco que se rompe con ciertos tonos delicados en textiles y accesorios.