Lo reconocemos, un ramo de flores cortadas siempre es bien recibido y enamora a todo aquel que lo recibe; sobre todo si viene de parte de esa persona amada con la que comparte su vida. Sin embargo, si nos dais a elegir, nosotros preferimos una planta, un detalle igual de romántico (aparte de decorativo) para celebrar el 14 de febrero.

Y es que la planta que ya viene con su maceta nos va a durar más tiempo (hasta años si la sabemos cuidar con mimo y con todo lo que necesita); por tanto en todo ese tiempo podemos recordar ese amor con la que nos la obsequiaron. Pero, además, hay otras razones por las que este San Valentín preferimos recibir de nuestra media naranja (por pedir...) una planta en lugar de flores cortadas en forma de ramo.