Dormitorios open concept. O lo que es lo mismo dormitorios que se abrazan con el salón formando entre ambos una misma estancia dentro de la vivienda. Una apuesta por los espacios que siguen, donde la luz entra en cada rincón sin obstáculo alguno y donde la sensación que queda es precisamente la contraria a una casa pequeña. 

Pese a que las distribuciones más clásicas apuestan por al separación de zonas de día y zonas de noche, en estas ideas que te mostramos cómo se ha omitido esa separación con resultados así de sorprendentes y estilosos. 

 

VENTAJAS DE UN DORMITORIO ABIERTO AL SALÓN

 

  1. GANAMOS SENSACIÓN DE ESPACIO: Cuando eliminamos las paredes, los espacios parecen más amplios. En las cocinas pequeñas tenemos claro que abrir los espacios es un acierto, pero también hay otras estancias que se benefician de esta idea y tras descubrir cómo el recibidor queda mucho mejor abierto al salón,  ahora es el turno del dormitorio. 

  2. MÁS LUZ: Al no haber barreras físicas entre el dormitorio y el resto de la casa, la luz natural tiene mucho más recorrido, pudiendo llegar a estancias sin ventanas que de otra forma serían oscuras y lúgubres. 

  3. MEJORAN LA INTERACCIÓN SOCIAL: Si te gusta recibir visitas en casa, tener el dormitorio abierto al salón puede facilitar la interacción social, ya que no hay una división clara entre los espacios, lo que permite que las personas en el salón puedan interactuar fácilmente con quien esté en el dormitorio. También es algo cómodo para poner en práctica en el dormitorio infantil, ya que los pequeños de la casa no se sentirán excluidos. 

  4. ESTÁ DE MODA: Hace años y décadas que el 'concepto loft' llego a nuestras orillas. Pero, hoy en día, la fiebre por los espacios abiertos ha llegado a su punto más álgido. Eliminamos puertas, diseñamos elementos arquitectónicos que separen, pero no cierren, y decimos SÍ al dormitorio abierto. Si eres un amante de las nuevas tendencias y el estilo más contemporáneo, el verbo "abrir" será tu favorito.

  5. ADIÓS CLAUSTROFOBIA: En espacios pequeños, eliminar una pared entre el dormitorio y el salón puede ayudar a aprovechar al máximo el espacio disponible y evitar que el ambiente se sienta abrumador o claustrofóbico.

  6. DISTRIBUCIÓN FLEXIBLE: Las paredes nos suelen condicionar a la hora de diseñar la distribución de cualquier estancia, por lo que si las eliminamos, ganamos en flexibilidad y creatividad. Además, puedes adaptar el espacio según las necesidades o preferencias de cada momento.

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Dormitorio en altura entre paredes de cristal

Si corres las cortinas no hay dormitorio

Foto: Fhe.es Realización: Paloma Pacheco Turnes Interiorismo: Marisa Gallo

El cubo mágico

Sorprendente esta solución para ubicar el dormitorio junto al salón si precisamente mucho espacio no es que tengas. No hay problema: se arregla con dos originales paredes de cristal (una de ellas opaca para mantener la intimidad) que resguardan una alcoba en altura junto a las escaleras que llevan al piso superior de esta casa. 

Dormitorio en blanco junto al salón y al cuarto de baño

La cama blanca que protagoniza el espacio

Foto: Luis Alda Interiorismo: EME157

Tres en uno

La imaginación y creatividad al servicio de esta otra vivienda donde se dan la mano salón, dormitorio y aseo sin que por ello haya sensación de agobio o pocos metros. Algo que se conseguido con ese tono blanco para paredes y suelo (sin adornos decorativos), para el textil de la cama y para dar paso a un baño minimalista. El único toque de color permitido, el sofá oscuro.

Dormitorio en cubículo de madera

Hormigón y madera, la pareja ganadora

Foto: Eduardo Macarios Interiorismo: Crippa e Assis Arquitetura

Metido en una caja de madera

Pero, para original la unión entre dormitorio y salón (si la casa es pequeña) en este otro caso como se puede ver en la imagen. Una amplia cama (que no haya metros no quiere decir que no podamos poner una de matrimonio) en una especie de cubículo de madera para separar el ambiente del salón donde el aire industrial es la nota protagonista. 

Dormitorio unido al salón por una puerta corredera

Ahora abro la puerta, ahora la cierro

Belén Imaz Interiorismo: Mikel Irastorza

Junto... o separado

Todo depende de si cerramos la puerta corredera (ideal para el descanso nocturno) o la descorremos del todo para dejar que el espacio y la luz fluyan por todos los rincones de ambos ambientes. En este caso, el mismo tono que se ha usado para revestir una de las paredes del salón ha sido el elegido para dar vida cromática a los cojines de la cama. 

Tatami a modo de dormitorio

Sencillez asiática

Mikhail Loskutov Interiorismo: Polina Ditsman

Aires japoneses

Si corremos la cortina nadie diría que en este hueco (tan bien aprovechado) junto al salón tenemos la zona para descansar y dormir. No es un dormitorio al uso, sino una cama en forma de original tatami para las noches; no necesitamos nada más para vestir este rincón de lo más zen a escasos pasos del salón.

Salón dormitorio en tonos grises

La televisión como improvisado tabique

FOTO: MIKHAIL LOSKUTOV INTERIORISMO: SVETLANA HERZEN

Una misma línea cromática

Acogedor, pese al uso de estos colores que podrían ser más fríos, espacio donde la cama y el sofá del salón están a escasos metros. Un mismo escenario que a mitad de camino tiene un original mueble que no solo sirve para albergar la televisión; también es una curiosa división visual. 

Dormitorio sencillo y minimal con acceso al salón

Solo madera

Foto: Adrià Goula Interiorismo: Roman Izquierdo Bouldstridge

Naturaleza desnuda

Terminamos nuestro recorrido por algunas de las ideas más inspiradoras para unir salón con el dormitorio con este otro ejemplo donde la madera es la protagonista tanto del diseño, como de la decoración y la separación estructural. Solo hay que fijarse en esas sencillas puertas correderas para cerrar cada espacio cuando sea necesario.