Según National Geographic este es el pueblo más bonito para visitar en febrero (tiene un pequeño hotel de diseño y fabrica estas famosas mantas)

Pese a verse un tanto eclipsado por la novedosa estación de esquí, Ezcaray sigue manteniendo su encantadora reputación. Tanto es así que nuestros compañeros de Viajes National Geographic lo han escogido como el destino perfecto para disfrutar de una escapada este febrero 2024. Sus estrechas calles con arcadas, adornadas con flores, y sus plazas con pórticos irregulares, siguen manteniendo su atractivo habitual. Una joya en plena Rioja que combina arquitectura popular e imponentes palacetes.

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UN PUBELO LIGADO AL DISEÑO

Y es precisamente en uno de estos palacetes donde fijamos la atención (ligeramente condicionada por nuestra pasión por el diseño, la arquitectura y la decoración). Hotel Echaurren es un imprescindible local. Se trata de una antigua casa de postas que, cuando a finales del siglo XIX se anunció que el ferrocarril llegaría la pueblo, decidió transformarse en un hotelito con restaurante. A día de hoy, siglo y cuarto más tarde, forma parte del circuito Relais & Châteaux y se ha ganado dos estrellas Michelin. El éxito de este ya emblemático alojamiento recae en la magistral mezcla de tradición y vanguardia. De echo, en paralelo a su restaurante más “experimental”, sobrevive otro que se hace llamar Echaurren Tradición.

Antes de seguir nuestro recorrido, debemos destacar otro vínculo del pueblo con la artesanía y la decoración: las mantas de lana. Y es que la localidad es tradicionalmente conocida por su herencia en la industria textil. Las mantas se elaboran utilizando técnicas artesanales y materiales de alta calidad, destacando la lana como principal componente. Hoy en día se han convertido en auténticas joyas de decoración y se consideran un artículo de lujo. 

UN TREN, VIÑEDOS Y ETIMOLOGIA

Su nombre suena a euskera porque fueron grupos de vascos los que repoblaron estos valles allá por principios del siglo X, cuando el primer rey de Pamplona Sancho Garcés I arrebató las orillas del Oja a los musulmanes. "No se devanaron los sesos a la hora de buscar un nombre: Ezcaray proviene de la unión de los vocablos haitz y garai, es decir, “peña” y “alta”. La toponimia persiste en esta simple idea y hoy le otorga a la comarca el nombre de La Rioja Alta, porque es aquí donde el país del vino se acerca más al cielo", explica Miguel Cuesta en Viajes National Geographic. 

La joya arquitectónica más destacada en la localidad es la iglesia de Santa María la Mayor, un templo que emana una sensación de robustez gracias a las imponentes columnas que adornan sus contornos. Aunque conserva algunos vestigios de la iglesia románica del siglo XII que le sirvió de cimiento, actualmente predominan elementos de estilo gótico, renacentista e incluso hispano-flamenco, acumulados a lo largo del siglo XVI. En un plano casi igualmente relevante, se despliega una sorprendente colección de mansiones aristocráticas barrocas del siglo XVIII. Entre estas destacan la Casa de los Condes de Torremúzquiz, el Palacio del Arzobispo, el Palacio del Ángel y la Casa de los Gil de la Cuesta, todas merecedoras de un reconocimiento especial.

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El encanto arrebatador de la antigua estación de tren de Ezcaray refleja la estética característica de los edificios industriales de finales de la Belle Époque. Sorprendentemente bien conservada, la estación ha encontrado nueva vida como un acogedor bar. Desde este punto, un agradable paseo en bicicleta de 15 km nos conduce hacia Santo Domingo de la Calzada, cuyo puente sobre el río Oja está estrechamente ligado al desarrollo del Camino de Santiago. Al regresar a Ezcaray por la antigua vía, se despliegan impresionantes vistas de la llanura adornada con viñedos, mientras la Sierra de la Demanda se yergue al fondo, vestida de blanco por la nieve. Esta panorámica se presenta como una de las postales más cautivadoras de la región, y aventurarse por sus valles se convierte en una experiencia inolvidable.