La búsqueda de la luz natural es una constante en las casas actuales, donde se apuesta por la apertura y la integración. En función de los metros y las estancias contiguas, podemos abrir una ventana de tamaño estándar, pequeña o, incluso, convertirla en un tabique de cristal.  

Además, de sus muchas ventajas y de la capacidad de estas ventanas de interior de potenciar la luminosidad, también consiguen que la mirada se prolongue y la sensación de amplitud crezca por arte de magia. La magia que tienen estas ocho ventanas y sus 16 estancias. 

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Entre el dormitorio y el baño
Mèrce Gost Interiorismo: MARIAodena Studio

Entre el dormitorio y el baño

Si tu baño no tiene ventana y quieres que la luz llegue hasta el último rincón, esta es una buena opción. Aquí, se ha sustituido la pared del cabecero por un gran ventanal sin marco que potencia la luminosidad, favorece la comunicación visual y, de paso, aporta profundidad y perspectiva. Para asegurarte el éxito, procura que sus dimensiones coincidan con las del cabecero. ¡Cuestión de simetría!

Con vistas al comedor
Mar Gausachs Interiorismo: Pia Capdevila

Con arcos de madera

El medio tabique inferior que integra un banco de obra se ha completado en la parte superior con una pared de cristal, en la que se han colocado arcos de madera a modo de ventanas. El resultado es tan sorprendente como práctico en el día a día y, por supuesto, muy decorativo. 

Abierta al salón
JORDI CANOSA ESTILISMO: MAR GAUSACHS INTERIORISMO: NÚRIA SELVA

Como un cuadro con vistas

Como si fuera un cuadro, esta ventana enmarcada en negro viste la pared del sofá del salón y no necesita rodearse de nada más para demostrar su potencial decorativo. Además, aumenta la profundidad, favorece la sensación de amplitud y permite la circulación de la luz. 

Grande y corredera
FOTO: FHE.ES REALIZACIÓN: PALOMA PACHECO TURNES

Grande y corredera

Cerrado, este gran ventanal corredero permite delimitar visualmente el comedor de la cocina, sin obstaculizar el paso de la luz, mientras que abierto favorece la sensación de unidad de ambos espacios. Para potenciar el efecto de 'juntos, pero no revueltos', dos escalones los separan y mantienen las distancias. 

Cerrando la ducha del dormitorio
Pia Capdevila Interiorismo

Como mampara de ducha

Esta ventana con complejo de tabique o de puerta acristalada favorece la conexión visual entre el dormitorio y el baño, dejando, al mismo tiempo, que la luz natural inunde los dos espacios. Para mantener esa ilusión, ambas estancias siguen el mismo estilo decorativo. 

7  cocina blanca con comedor de madera
Jordi Canosa

A modo de pasaplatos

En cocinas abiertas, como esta, una buena idea es crear una ventana que ayude a delimitar los ambientes, para que, a pesar de la apertura, puedan funcionar por separado. Esta solución intermedia, que actúa como pasaplatos, no solo evita paseos innecesarios, sino que da un toque muy estiloso a tu cocina.

Pequeña y excavada
DE RIO BANI INTERIORISMO: MIREIA MASDEU

Una abertura que comunica

En las casas de pueblo antiguas algunas de sus habitaciones suelen ser de interior o con poca luz, lo que hace necesario recurrir a la imaginación. Esta solución que favorece la luminosidad, crea una abertura mágica y encantadora. Además, al no llevar cristal también permite que circule el aire entre ambas estancias.

Mini y estrecha a modo lucernario
MERCÈ GOST PHOTO

Luz e intimidad en versión mini

Como si se tratara de una ventana de ventilación, pero sin poderse abrir, esta solución es perfecta para comunicar estancias contiguas que necesitan cierta intimidad, ya que permite que pase la luz, manteniendo la privacidad. Una buena solución para vestidores o baños interiores.