Lo de meterse en obras y reformas es una tarea que a pocos les gusta; sobre todo si, además, sigues viviendo en esa misma casa mientras se están tirando abajo tabiques, se organiza la redistribución, se quitan paredes o se levantan suelos. Una locura de molestias, suciedad por todos lados y ruidos sin parar.
Sin embargo, quieres (o necesitas) hacer un cambio en algunas de las estancias de tu casa, pero sin llegar a estos extremos. La solución pasa por las reformas sin obras que, cada vez más, están de plena tendencia en el mundo del interiorismo para dar una nueva vida a un espacio de tu hogar. Pero, ¿qué te parece si te decimos que puedes cambiar el aspecto, por ejemplo, de tu salón con una serie de trucos con los que no tendrás escombro alguno?
Las ventajas de las reformas sin obras
No solo por las molestias, hacer estas reformas sin obras trae todos estos beneficios para ti y para tu casa, tal y como nos explican los profesionales de Quokka Interiorismo, un estudio de interiorismo ubicado en Málaga:
- Más económico: al no meterte en obras, te gastarás menos dinero, ya que no tendrás que pagar la parte de mano de obra o de ciertos materiales. Y todo ello, además, en mucho menos tiempo que lo que lleva en sí una reforma convencional (que normalmente se atrasa en el calendario…).
- Nada de suciedad ni de desorden: con estas reformas sin obras podrás seguir viviendo cómodamente en casa sin tener que estar cada día con estas molestias. Y esto a la larga se traduce también en que no habrá interrupciones en tu día a día y podrás seguir usando las estancias de tu hogar con total normalidad mientras se hacen estos pequeños cambios.
- Mayor flexibilidad: al no estar implicadas grandes obras, puedes ir viendo poco a poco como va siendo el resultado y hacer planteamientos de diseño en función de cómo vaya quedando todo.
- Sostenibilidad: las reformas sin obras son más respetuosas con el medio ambiente, ya que hay muchos meno desperdicio de materiales y genera menos residuos.
Cómo cambiar tu salón sin obras