Parece fácil, incluso tanto como lanzar varios cojines de cualquier manera y que la cama cuente con esa sensación mullida y agradable con la que soñamos. Lo sentimos detrás de este aspecto, que en ocasiones no parece colocado, hay un ‘trabajo’ de estilismo. Pero no te preocupes, tenemos la clave. Así, el secreto para acertar está en combinar varios tamaños, colocarlos de más a menos grandes y jugar con el color en las mantas y el cojín más pequeño.

Para ponértelo aún más fácil, hemos preparado estas 9 propuestas con sus 9 camas con las pistas que necesitas para un look de revista. Ah, recuerda que las reglas están para saltárselas, sobre todo en este lado de la cama donde reina la libertad y la comodidad.

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En colores vivos a juego con el plaid
Fhe.es Realización: Paloma Pacheco Turnes Interiorismo: Inés Benavides

En colores vivos a juego con el plaid

Divertida y alocada, esta propuesta, sin embargo, destila sofisticación. La clave para lograr ser excentrica, sin pasarse, se encuentra en los dos cojines de terciopelo en  morado y azul, el cabecero de capitoné y el plaid multicolor. 

Tres que lucen solos
RQH Studio Rober Quin~ones Her

Tres que lucen solos

Aunque hay una gran variedad de combinaciones que funcionan, lo ideal es elegir una impar, incluyendo un cojín que desempate de un color o textura diferente. En este dormitorio, los dos modelos amarillo mostaza se ubican a los lados, mientras que el azul ocupa el centro. Para dar un aire moderno, la colocación no es perfecta, sino con un desaliño calculado. La idea del doble plaid también es un acierto, ya que potencia la sensación de cama mullida y gustosa.  

Con manta y plaid
Mauricio Fuertes Interiorismo: The Room Studio

A favor de la armonía

El verde en sus distintas tonalidades viste la cama, el cabecero, la alfombra e, incluso, las contraventanas creando unidad y armonía. A pesar de su composición libre, los cojines y el plaid mantienen ese equilibrio visual gracias a sus tonalidades suaves y naturales que encajan a la perfección en el ambiente. El cojín sobre la silla es un detalle que nos encanta. 

 

Formas y tamaños distintos en una misma gama cromática
DAVIDE PELLEGRINI Interiorismo: Marta Castellano-Mas

Efecto wow

La mejor manera de lograr la cama soñada es llenando el colchón de cojines. ¿La composición? Un cuadrante o dos en la espalda que hagan sobresalir a las almohadas y más cojines delante de distintas formas y tamaños, pero de una misma gama cromática, aquí en neutros, desde el blanco hasta el beis o el marrón. Y como broche final, uno o dos plaids que potencien el efecto. 

Una composición impar dulce y suave
Fhe.es Realización: Paloma Pacheco Turnes Interiorista: Nuria Alia

Con un cojín de acento

A la hora de colocar, una buena fórmula es elegir una combinación impar, incluyendo un modelo que desempate de un color o textura diferente, a modo de cojín de acento. En esta propuesta el diseño redondo y de pelo blanco se encarga de romper la unidad cromática en azul añil, que establecen el cabecero, los almohadones con motivos geométricos y el plaid. 

Con dos que dan la nota... de color
Jordi Folch Realización: Mar Gausachs

Con dos que dan la nota... de color

Sabemos que son un incordio tener que quitarlos cada noche y volverlos a colocar cada mañana, pero el esfuerzo de poner muchos merece la pena. A la hora de colocarlos, lo habitual es poner los lisos detrás y sobre ellos los estampados. El toque final, que no es obligatorio, puede ser uno más largo el primero de todos o, como aquí, dos a todo color que rompan el equilibrio y aporten una nota especial. El plaid de pelos suma puntos en la lista de sofisticación. 

Muchos y en perfecta simetría
Fhe.es Realización: Paloma Pacheco Turnes Interiorismo: Mónica Diago

Muchos y en perfecta simetría

Aunque la colocación simétrica no es una de las fórmulas más usuales, sí que resulta visualmente perfecta, equilibrada y... ¡en orden! En todo caso, tal y como te hemos recomendado, debes poner los más grandes detrás y los pequeños delante; de igual forma que los estampados deben ir los primeros, tal y como están dispuestos en esta cama. El plaid 'arrugado' a los pies aporta un toque desenfadado entre tanta perfección. 

Distintos motivos, la misma gama cromática
Jordi Folch Realización: Mar Gausachs Interiorismo: Brákara

Con un cálido plaid a los pies

El plaid pone el broche de oro al conjunto y aporta personalidad y una nota de movimiento. Debe ser de un tejido cálido y amoroso y, si es posible, que contraste con el resto de textiles, para dar un toque de distinción y estilo, pero sin llegar a eclipsarlos. Esta propuesta encuentra el equilibrio perfecto, ya que, además de suave, juega con los tonos de los cojines. 

La forma de colocarlo también es importante. En función del efecto más o menos formal que quieras, puedes ajustarlo perfectamente al colchón de manera precisa, como en este dormitorio, o dejarlo caer a los pies de la cama, de una forma menos estudiada.

Coordinados y en gris
Fhe.es Realización: Paloma Pacheco Turnes Interiorismo: Ana Robles

Coordinados y en gris

Esta cama destila elegancia, gracias al color gris que visten sus textiles, y al tamaño de sus cojines que van en proporción con el tamaño del cabecero y de la propia estructura. De esta forma, todos los elementos tienen protagonismo y no se eclipsan entre ellos.