¿Sabías que nuestro hogar puede ser partícipe de nuestra felicidad? Y es que la decoración se ha puesto en valor como un perfecto compañero para elevar nuestros niveles de dopamina a base de colores divertidos, detalles decorativos alegres o incluso olores que nos evocan momentos inolvidables de nuestra vida.
Precisamente, estas son algunas de las claves que se repiten en el interiorismo de las casas de todas aquellas personas que reconocen ser felices en su día a día. Por eso, si te falta una chispa de alegría, de sonrisa, de color y de felicidad, nada como empezar a ponerlas en práctica cuanto antes. Verás el resultado; en tu casa... y en ti.