El encanto del estilo francés se mueve con la misma soltura por el campo que por la ciudad. Atemporal y chic, destila una elegancia natural fruto de su relación abierta con los materiales naturales, los detalles vintage o los azulejos en suelos y paredes. Nos gusta porque combina lo mejor del provenzal, el clásico y el rústico con un poso de sofisticación que no deja a nadie indiferente y un pose de autenticidad que es difícil emular.
Si estás pensando en recrear este estilo en tu cocina o, al menos, dar una pincelada de su encanto, esta mini guía te ayudará a contagiarte de su espíritu cálido y amigable.