Buscábamos un piso que pudiera transformarse en un lugar al que escaparse, un retiro de la ciudad, con vistas y cerca de la playa, y dimos con esta maravilla en Sant Pol de Mar (Barcelona)”, cuenta su propietario y responsable de la reforma, Charles H. Smith.

Y añade: “Cuando lo vimos por primera vez, era una mezcla completa de varias construcciones, sin jardín ni piscina; sin embargo, con su ubicación perfecta –tanto para llegar a la playa como para ir a Barcelona– y, sobre todo, con sus vistas panorámicas de 180 grados de la costa, resultó fácil hacerse una idea de las posibilidades que tenía”. Así que la compraron y la transformaron.

Comprar una propiedad para reformarla tiene múltiples ventajas. La más interesante es la posibilidad de ajustarla como un guante a tus gustos y necesidades.

Cocina abierta al comedor y terraza con piscina

El mayor desafío fue unificar la casa creando un espacio que funcionara como un hogar, un santuario, pero que también fuera un lugar de trabajo: lograr un equilibrio entre la forma de vida y la calidad laboral en términos de diseño y estilo de la vivienda.

La parte más motivadora fue, sin duda, el hecho de saber que era un diamante en bruto y que con cada pulido se volvía más hermoso. A la hora de decorarlo, y teniendo en cuenta la procedencia escandinava del propietario, así como su amor por el Mediterráneo, “quisimos combinar las dos esencias con algunos elementos de decoración más eclécticos.

El jardín es de bajo mantenimiento, con olivos, lavandas y plantas autóctonas, todas con orígenes en el Mediterráneo; y, en el estilo de la casa, buscamos líneas y colores más limpios, coordinados con maderas claras e iluminación contemporánea; muy nórdico. Y todo aderezado con piezas escogidas de diferentes partes del mundo”, comenta Charles. El resultado final es un relajante piso con vistas al paraíso. 

1 /10
Apartamento playa pequeño vistas al mar
Jordi Folch Estilismo: Mar Gausachs

Luminoso y bien aprovechado

En el salón, mesas de centro y butacas de Taller de las Indias. Alfombra de Calma House. Cojines de Gastón y Daniela. En el comedor, sillas de Taller de las Indias. Mesa, lámpara y cuadros de los propietarios.

Base blanca
Jordi Folch Estilismo: Mar Gausachs

Base blanca

Mesas de centro de Taller de las Indias. Alfombra de Calma House. Sofá del propietario. Cojines, velas y jarrón en forma de cabeza, de Gastón y Daniela. Taburete africano Bamikele, tallado a mano. Cuadros dibujados con pluma adquiridos en Japón.

Cocina abierta en blanco
Jordi Folch Estilismo: Mar Gausachs

Cocina abierta en blanco

Un diseño blanco con península, ideal para los desayunos.

Comedor 'in&out'
Jordi Folch Estilismo: Mar Gausachs

Comedor 'in&out'

Muebles de estilo nórdico, de los propietarios. Cojines y alfombra de Calma House. Frutero de Taller de las Indias. Puf de Missoni para Roche Bobois.

Zona de trabajo
Jordi Folch Estilismo: Mar Gausachs

Zona de trabajo

El escritorio se compró en un mercado de Tailandia y es de madera de teca combinada con una vitrina de farmacia con jarrones antiguos daneses. Lámpara de mesa danesa.

Terraza con piscina
Jordi Folch Estilismo: Mar Gausachs

Terraza con piscina

Toallas diseño de Missoni para Roche Bobois, al igual que los cojines. Candelabros y jarrones de esparto de Talles de las Indias. Alfombra de Calma House. Jarrones de esparto. Butacas y tumbonas de los propietarios.

Binomios cromáticos
Jordi Folch Estilismo: Mar Gausachs

Binomios cromáticos

En esta vivienda enmarcada en blanco, las dosis de negro crean focos de atención y contemporaneizan el espacio. Un acierto.

Inspiración marinera
Jordi Folch Estilismo: Mar Gausachs

Inspiración marinera

Muebles y arte del propietario. Alfombra de Sacum. Textiles de Textura.

Baño moderno y elegante
Jordi Folch Estilismo: Mar Gausachs

Baño moderno y elegante

Las formas redondeadas están en alza por su delicadeza y sensualidad. Espejos, lavamanos.... todo vale para estar a la última.

Esencia ecléctica
Jordi Folch Estilismo: Mar Gausachs

Esencia ecléctica

La diversidad es siempre un acierto cuando se decora con gusto: lámpara Taccia, de Achille y Pier Giacomo Castiglioni para Flos, combinada con una gorila de metal, un jarrón estriado y un mueble antiguo.