Regresa la cita donde productores, artesanos y recolectores se reúnen para compartir y transmitir la cultura física e intangible de esta región abulense. El próximo 16 de octubre Candeleda recupera, por segundo año, su Día de Otoño una reunión ineludible en la que disfrutar del entorno natural y conocer la cerámica, arte, gastronomía y turismo de este pequeño pueblo a los pies del pico Almanzor.
A una hora y media de Madrid, en el entorno de la Sierra de Gredos, Candeleda bebe del entorno que la rodea. Un enclave inigualable en el que la fauna y la flora conviven con sus habitantes creando una atmósfera orgánica en la que disfrutar de una jornada al aire libre. Una oportunidad para conectar con su amplia oferta cultural y gastronómica y conocer los pintorescos hoteles que alberga.
Habrá talleres para niños y para no tan niños. Stands de artesanos, productores de queso, mermeladas, higos y toda la maravillosa diversidad que la fertilidad de esta tierra puede ofrecer, foodtrucks donde reponer fuerzas y música en vivo para relajarse y disfrutar, todo ello con entrada libre.
Un plan fantástico para este fin de semana de otoño, que ya en su última edición contó con 3500 visitantes y más de 40 expositores, todo un éxito que se espera repetir. Para ello aún se encuentra abierta la convocatoria de expositores, restauradores y de todos aquellos artesanos que deseen impartir talleres y dar a conocer su trabajo de una manera más cercana. Día de Otoño en Candeleda se celebrará en el campo de golf de la localidad y cuenta, además, con el apoyo del excelentísimo ayuntamiento, clave en estas jornadas.
Destino rural
Pero hay muchas más cosas que hacer en Candeleda. De entre todos los rincones que merecen ser incluidos en tu ruta, hay uno que no pasa desapercibido: la Casa de las Flores. Hecha de piedra, con balcones de madera y maceteros repletos de color se ha convertido en el lugar más fotografiado del pueblo. Además, alberga el Museo del Juguete de Hojalata.
La Casa de las Flores da a la Plaza Mayor, donde encontramos el Ayuntamiento de la localidad, y si continuamos por la calle Domingo Labajo llegamos al verdadero corazón de Candeleda: la Plaza del Castillo. No encontrarás grandes fortificaciones, donde una vez se alzó la Fortaleza de las Condes de Miranda hoy verás cuatro palmeras presidiendo el lugar. No muy lejos se encuentra otro de los emblemas de Candeleda: la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, una joya que data del Siglo XV plagada de detalles en su interior.
A parte del turismo, otra de las opciones de entretenimiento más perseguidas en Candeleda es el senderismo. Los amantes de este deporte tienen el reto de completar los 14 kilómetros que permiten llegar hasta el Puerto de Candeleda a más de 2.000 metros de altura y de este modo pasar por otro de los rincones más fotografiados, el Puente del Puerto.