El bello verano: ligereza y frescura, protagonistas en casa

Los días se alargan, suben las temperaturas y nuestro hogar nos pide tejidos frescos para disfrutar del verano tanto en el exterior como en el interior.

Casas para disfrutar en verano
Casas para disfrutar en verano

Salir de casa 

Las claves de un buen exterior son el propio espacio y tener en cuenta la orientación. Este último es un punto que con frecuencia se pasa por alto y va a determinar desde una cubierta hasta el mobiliario o los tejidos que deben utilizarse. También las plantas que mejor se adaptarán a nuestro patio, jardín o terraza”. Soledad Suárez de Lezo, interiorista madrileña, sabe de lo que dice: “Para todo, lo mejor es ser realista, consciente de lo que uno tiene, y, a partir de ahí, tratar de sacarle el mayor partido. Debe ser una continuidad del interior en cuanto a estilo, aunque se le pueda rebajar el tono y la formalidad. Me gusta que los muebles sean grandes, los sofás mullidos y con buen fondo, que haya muchos almohadones, lámparas de igual nivel de sofisticación que en el interior con pantallas encorsetadas de lino, consolas de apoyo, muros bien tratados y vegetación apropiada y abundante”.

Soledad Suárez Salir de casa

Vaya tela

Con el verano –y el calor– la casa nos pide frescura y ligereza. “La idea que acude más rápido a la cabeza es darle una vuelta a los textiles habituales: optar por tonos estacionales y tejidos más ligeros, como el algodón y el lino; quitar, en fin, las cortinas de invierno y sustituirlas por visillos más suaves, rotar cojines y plaids y guardar las alfombras. Pero no solo eso. A nosotros nos gusta usarlos con una función arquitectónica, creando, por ejemplo, una nueva partición de espacios: separar un sofá para echar la siesta. Tanto en interior como en exterior”. Nos lo recomiendan Pablo López Navarro e Íñigo Aragón, Casa Josephine. Y sus consejos no acaban ahí: “Tonos claros y tonos fuertes: no hay por qué limitarse a los crudos o a la combinación de blanco y azul marino”. Y se atreven hasta con una regla de oro: “No mezclar demasiado ni forzar el look veraniego. Tener en cuenta el contexto: no es lo mismo la ciudad que un barco, el campo que la montaña, por mucho que sea verano en todas partes”.

Casa Josephine Vaya tela

Muy natural

Y si no tenemos la suerte de contar con un espacio exterior, ¿cómo podemos traer el verano dentro de casa? “Aligerando un poco la decoración habitual de la vivienda para que resulte más despejada y liviana, e introduciendo algunos elementos de temporada, como piezas en maderas claras, algún farol o portavelas bonito, kilims o alfombras de fibras naturales... y, por supuesto, lo que no puede faltar son plantas y flores frescas”. Habla la interiorista malagueña Adriana López Barajas, que continúa con un breve catálogo de imprescindibles: “Sofás en tonos claros combinados con una mesa de centro ligera y unas butacas de ratán o bambú, una gran alfombra de yute, sisal o esparto, y, como elementos decorativos, objetos de color claro. E, insisto, plantas y flores exuberantes. Dicho lo cual, solo le queda hacer un perfecto resumen de la ética de la estética estival: “Materiales ligeros y naturales, en tonos claros, relajantes”.

Adriana López Muy natural

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