Lo natural está de moda. Tal vez sea porque la emergencia climática está marcando cada vez más las agendas políticas y nuestras propias prioridades, pero la vuelta hacia las formas más rudas y los materiales poco tratados está sin duda en auge también en el diseño de interiores.
De hecho, hemos empezado nueva década avistando esta tendencia que se prevé que seguirá creciendo durante bastante tiempo. La artesanía, el handmade y la cerámica nos acercan a este estilo decorativo que hemos tendido, equivocadamente, a relacionar con los ambientes más rústicos, y que ha desmostado que puede combinarse a la perfección en espacios más chic. Y lo estamos viendo en numerosos proyectos como restaurantes, hoteles, tiendas y boutiques o también, lógicamente, en viviendas contemporáneas y más comprometidas con la salud del planeta.
La inclusión desacomplejada de plantas de interior y de exterior, la selección de colores tierra como el verde, el blanco o el marrón, el uso del mimbre, la cuerda, el bambú o el yute o las piezas decorativas hechas a mano nos sirven para crear ambientes suaves, acogedores y llenos de luz que nos conectan más con la naturaleza y que forman el ADN del interiorismo sostenible.
Y dentro del estilo natural, como no, reina la madera. Un material milenario, natural y ecológico capaz de transmitir una gran fuerza y de generar calidez, elegancia y mucho carácter, que tradicionalmente se había usado sobre todo en la decoración de espacios rurales y que ahora llega con fuerza también a la ciudad. ¿El motivo? Su exclusividad, ya que cada pieza es única, su versatilidad y adaptabilidad a distintos ambientes y el partido que se le puede sacar, también en el mobiliario.
Mesas, pies de mesa, cabezales de cama, estantes, barras, encimeras de baño, armarios, tableros o bancos son algunas de las piezas de mobiliario que algunas firmas punteras ya están trabajando a medida y de forma exclusiva, y a partir de madera maciza natural, y que muchos otros artesanos o amantes particulares del bricolaje y de la restauración de muebles antiguos están trabajando. Al tratarse de un material proveniente directamente de la naturaleza, se elimina la homogeneidad del proceso industrial y se consigue un acabado único e irrepetible, siempre que se mantenga su diseño natural a través de barnices respetuosos que protejan la madera sin cobrar un protagonismo excesivo.
De dónde proviene la madera natural: la necesidad del origen certificado
Este es probablemente uno de los problemas a los que se enfrenta el sector o, al menos, una de las cuestiones que deberías tener en cuenta si estás pensando en comprar una pieza elaborada con madera natural.
Para asegurarte que te encuentras delante de un mueble sostenible y de alta calidad, es importante que el material proceda de orígenes certificados y que cumpla con las normativas europeas como, por ejemplo, la madera de algarrobo (Andalucía), de Iroko (Africa), de nogal (Italia, Perú), de roble (Francia), de pino (Suecia), de niangon (Congo), de mukali (Mali), de Samanea (Colombia) o de talí (África). Investiga, pregunta, compara y decide, pero recuerda que, si quieres priorizar la sostenibilidad en casa, ¡debes apostar por el consumo consciente!
Volviendo a las posibilidades que nos ofrece este fantástico material natural, vamos a ver los distintos usos que podemos dar en el mobiliario a la madera maciza natural, a partir de la nueva colección que Elia ha lanzado al mercado.