Con el blanco como rey indiscutible, al que es difícil dejar al margen de la decoración de interiores, los tonos neutros se alían con el buen tiempo, demostrando que, independientemente del estilo, pueden dar mucho juego tanto dentro como fuera de casa. Son una buena opción tanto para las personas que no están seguras como para las que saben qué color elegir; para las que prefieren incorporar accesorios coloridos o, por el contrario, desean equilibrar una tonalidad de pared audaz.
Utilizados de manera natural y sistemática en cualquier proyecto de decoración, combinan, sin esfuerzo, con los demás colores. Destierra la imagen que tienes de ellos y prepárate para descubrir sus posibilidades en la decoración más veraniega y tranquila.