Aprovechamos que el 5 de mayo se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente para darte a conocer una de las firmas en textiles de interiores que ha demostrado que la fabricación sostenible, el comercio justo y la protección del medio ambiente no están reñidos con la alta calidad y el diseño único de sus productos. Bajo estas premisas, Lorena Canals integra en sus nuevas colecciones detalles artesanales elaborados por el colectivo de mujeres que forman parte de la producción artesanal en su fábrica en India, con el objetivo de que promover que las mujeres tengan un papel más activo en la economía de sus hogares a través de un mayor acceso al mundo laboral.
La marca de Lorena Canals se dedica desde 1990 al diseño y producción y comercialización de alfombras y accesorios textiles. Gracias a la calidad de sus productos, sus originales diseños y los valores en pro de la sostenibilidad y el comercio justo que refleja la marca, Lorena Canals en un todo un referente en el sector de la decoración. A día de hoy, la firma cuenta con dos fábricas en India, oficinas en Barcelona y Nueva York, almacenes en Europa, Asia y Estados Unidos y sus productos se comercializan en más de 25 países.
Cada uno de los productos de esta firma está confeccionado a mano por artesanos en el norte de la India, que emplean técnicas de fabricación ancestrales en su elaboración. Además, la marca está muy comprometida con la reducción de las emisiones de CO2 en sus fábricas, y por ello promueve siempre medios de producción a mano, emplea materias primas de origen natural que respetan el medio ambiente, y los tintes que utilizan son también de procedencia biológica. Esto propicia que sus artículos sean ideales para todas las casas, y además muchos de ellos se pueden lavar en la lavadora convencional, satisfaciendo así las necesidades de la vida moderna.
Siguiendo estos valores corporativos, la creadora de esta firma, Lorena Canals Roure, ha buscado siempre dar un sentido cada vez más amplio a su negocio con prácticas laborables justas y responsables socialmente, con el propósito de mejorar las condiciones de vida de sus artesanas. El resultado de estos esfuerzos es evidente, como lo demuestran las más de 60 mujeres que actualmente trabajan en sus colecciones, ua cantidad que se ha multiplicado por diez desde hace veinte años.
“Me inspira ver a las mujeres artesanas tranquilas, sentadas con sus vestidos de colores, naranja y lilas, muy bien arregladas siempre con sus pulseras y pendientes dorados, que hablan y ríen entre sí mientras le dan un toque único a cada una de las piezas”, comenta Lorena. Y es que cada modelo de su colección es una pieza única que alberga entre sus tejidos un gran cuidado y dedicación. Los acabados de trenzas, pompones, flequillos y bordados están elaborados a mano y con mucho detalle por estas artesanas, una dedicación y amor por la técnica tradicional que queda grabado en cada una de las piezas que confeccionan, y que se transmiten a todos aquellos que las llevan a sus hogares en cualquier parte del mundo.