Según el Observatorio de Tendencias del Hábitat, la cerámica «es la opción perfecta para combatir la huella que dejan los años en los espacios». Y precisamente, la cuestión del tiempo es la que juega un papel fundamental en lo que se lleva actualmente en cerámica porque, en líneas generales y, como ya ha ocurrido con el terrazo o en estancias como las cocinas vintage–, se ha echado la vista atrás para recuperar materiales, movimientos estéticos, acabados, etc.
Esa vuelta a la historia y tradición, aplicada a la cerámica mediante unos procesos vanguardistas, pensando en las tendencias sectoriales, es lo ha venido a llamarse “Regreso al futuro”. Pero también hay que sumar otras propuestas como las posibilidades de los formatos mini, la seducción de las superficies táctiles y el poder del color y las formas geométricas.
Metalizados sutiles
El metal, desde tiempos inmemoriales, se ha considerado un material imprescindible que se ha querido recuperar para muchas aplicaciones. En el caso de la cerámica, los acabados en oro envejecido, rosa, latón y cobre tienen un lugar destacado en las principales ferias del sector.
Fotografía: Bloglovin
Fotografía: Dune
Las estancias presumen de efectos espejados en sus revestimientos, de incrustaciones de brillos que se pueden mezclar con mates… Es la vuelta a la actualidad de un material noble histórico.
Sal y pimienta
La cerámica ha conseguido reproducir a la perfección los tradicionales aglomerados derivados de las piedras, siendo el terrazo el más conocido, el cual vivió su particular boom en los años 60 y 70 en España. Numerosos profesionales están apostando por este acabado, en una clara reinterpretación de la forma de entender las baldosas pétreas desde el interiorismo.
Fotografía: Vives
Destaca su carácter natural en el que predominan los fragmentos de piedras unidos aleatoriamente por un aglomerante, con diferentes acabados que invitan a crear composiciones diversas.
Efectos tridimensionales
El tacto tiene un poder especial que influye notablemente en la percepción visual y física de los materiales y, en consecuencia, si hablamos de cerámica, esto significa que ofrece un juego decorativo muy interesante.
Fotografía-Natucer
Gracias a los avances tecnológicos es posible recrear con mayor precisión los relieves con el objetivo de generar contrastes entre superficies pulidas y acabados rugosos, entre formas planas y volumétricas, entre esmaltes brillantes y mates, etc.
Recuperación artesanal
Fotografía: CasCeramica
La corriente que nos lleva a una vuelta a los orígenes también ha alcanzado al sector de la cerámica, lejos ya del minimalismo, en la búsqueda de los valores artesanales para aportar una personalidad única a los espacios.
Fotografía: Nomad-Bubbles
Barro cocido, motivos artesanos revisados, clásicos cerámicos, etc. en formato pequeño, así como referencias de otras culturas y países son la tónica decorativa más tradicional en cerámica para este 2017 y 2018.
Lo pequeño, protagonista
Fotografía: Hisbalit
Actualmente, en cuestión de tamaños en cerámica, conviven las propuestas XXL con aquellas más pequeñas, con el gresite a la cabeza. Y mientras que los formatos de grandes dimensiones están alcanzando su excelencia decorativa, es el momento de que los pequeños tengan su particular protagonismo.
Fotografía-Hisbalit
Además, los profesionales de la decoración tienen más juego a la hora de personalizar los diseños gracias al tamaño mini de estos azulejos, jugando con colocaciones libres con un gran poder estético.
¡Viva el color y las formas!
Fotografía: Undefasa
La reacción anti-minimalismo generalizada también ha llegado a la cerámica apoyada en la reivindicación de un movimiento moderno de los años 80, el New Memphis, que abanderaba los diseños llenos de color y de gran espectacularidad formal.
Fotografía: Hus-&-Hem por ©Karin-Foberg
Ahora es posible encontrar en baldosas cerámicas de pequeño formato, tanto en gres esmaltado como en porcelánico, interesantes estampados con acabados brillantes de colores vibrantes, formas geométricas y composiciones gráficas de gran atractivo.