El innegable la influencia del tiempo en nuestro estado de ánimo. Está más que demostrado como las temperaturas suaves y la presencia del sol afectan de forma positiva en nuestra salud y nuestro comportamiento. Por eso, el verano es la estación preferida por la mayoría de los mortales que además reservan gran parte de sus vacaciones en esos días.
En verano los días son más largos, la luz es más radiante, los colores vibran con más intensidad, la temperatura del agua es agradable para el baño y la ropa es más colorida. Y esto es precisamente lo que ha inspirado a decenas de fotógrafos que han encontrado en el verano la musa para sus fotografías.
Algunos, como Gray Malin han hecho del verano su forma de vida y ha conseguido vivir retratando escenas veraniegas con su cámara. Sus fotografías aéreas de playas de distintos rincones del planeta se han convertido en todo un referente en el mundo de la fotografía. Gracias a esto su trabajo es de los más aclamados en el diseño de interiores y casas de medio mundo ya lucen alguna de sus fotografías.
Otra que también ha encontrado en el verano y las piscinas su fuente de inspiración es la joven fotógrafa eslovaca Maria Svarbova. Sus instantáneas, que reproducen escenas de bañistas en piscinas cubiertas, beben claramente del estilo Art Noveau. En ellas lleva los colores a su tono más pastel dando a sus fotografías la apariencia de un óleo.
Muchos de estos fotógrafos han inspirado a grandes firmas de decoración que han sacado colecciones de láminas y reproducciones donde la playa, las piscinas o las palmeras son los protagonistas. De esta forma, se integran con la decoración de hogares con estilos y ambientes muy diversos que reclaman un toque veraniego.
Este tipo de fotografías con escenas estivales aportan alegría y color a cualquier espacio de la casa, desde el salón pasando por el dormitorio, la cocina o el baño. Incluso, en los meses más fríos del año, nos trasladan de forma inmediata al verano y las vacaciones, haciendo mucho más llevadera la espera.