Hay muebles que, como ocurre con el vino, con el paso del tiempo no solo no pierden facultades, sino que mejoran. Y esto es lo que le ocurre al sofá Chester, uno de esos diseños que año tras año, y a pesar de llevar dos siglos decorando los salones y los despachos de todo el mundo, vuelve a ser tendencia. Quizás porque nunca lo ha sido.
Aunque originalmente era de cuero marrón, los nuevos modelos se fabrican en todo tipo de tejidos, el terciopelo es uno de ellos, y en multitud de colores, aunque siempre en liso, el estampado está terminante prohibido. Además, sin tocar su característico diseño ni su capitoné, resultan algo más cómodos y menos rígidos (una de sus señas de identidad).
Aliados del estilo industrial y del clásico inglés, su versatilidad y sus distintos tamaños que van desde el sillón hasta el cuatro plazas, les ha permitido también la entrada en estancias modernas, salones con aire boho o decoraciones millennial, haciéndose un hueco entre ellos sin complejos de clase (por algo lleva el nombre de un conde). Sofisticados y ‘british’, es importante que los complementos y accesorios que los acompañan estén a la altura de las circunstancias y no compitan en protagonismo, ya que tendrían todas las de perder y harían que el conjunto perdiese parte de su magnetismo. ¿Quieres ver cómo quedaría en tu salón? ¡Mira nuestras propuestas!