La reforma: la sobriedad y el carácter con un aire ‘trendy’

La mezcla de texturas y la apuesta por una decoración atrevida que no perdiera su elegancia marcaron esta reforma, en el corazón histórico de Madrid.

La reforma: la sobriedad y el carácter con un aire ‘trendy’
La reforma: la sobriedad y el carácter con un aire ‘trendy’

  • Texto: Lucía Díaz

La magnífica ubicación de la Calle Santa Isabel, entre el Paseo del Prado y la Puerta del Sol de Madrid, en un barrio histórico a la vez que joven y tranquilo, fue el enclave perfecto para que el conocido arquitecto de interiores Raúl Martins, junto a su equipo multidisciplinar de interioristas, arquitectos y diseñadores gráficos, se pusieran manos a la obra para modernizar esta vivienda.

El apartamento se encontraba en un edificio singular de arquitectura clásica de 1850 y la reforma, interior y exterior, se realizó en el 2018 de mano del equipo de Touza Arquitectos, y el encargo llegó de mano de sus inquilinos, de origen extranjero, que buscaban un pied à terre para sus continuas visitas a Madrid, céntrico, renovado, con garaje y zonas verdes.

La inmobiliaria y consultora de lujo Knight Frank fue la encargada de encontrar la ubicación perfecta, tras lo cual llegó el mayor reto: transformar una vivienda de aires tradicionales en un espacio de estilo actual, armónico y con un diseño más ‘trendy’ sin renunciar a la sobriedad y su marcado carácter Neoclásico original. Y todo ello debía estar listo antes del próximo viaje de los clientes a España.

Para alcanzar este objetivo, el equipo de Raúl Martins se planteó recuperar elementos arquitectónicos que ya estaban presentes en el piso: artesonados, balaustradas, carpinterías… Pero mejorando sus acabados, colores y texturas. Otro de los aspectos esenciales en la reforma fue la iluminación, que juega un papel fundamental en la casa. Para potenciar el juego de la abundante luz natural se utilizó una paleta de colores fresca y elegante, con un aire más actual y un estilo armónico, caracterizado por la mezcla de texturas y materiales. El resultado fue la creación de un espacio en el que confluyen distintas tendencias de forma armónica y serena.

Los aspectos tradicionales de la propiedad que menos gustaban a sus inquilinos se contrastaron con una decoración más atrevida, pero a la vez elegante, y con telas cálidas y amables. En definitiva, se buscó un look más acorde con la ubicación moderna y joven del piso, una arquitectura serena y un aire colorista y actual.

La paleta de colores, con la que se buscaba conseguir ese frescor y elegancia, se eligió haciendo un guiño al origen de los inquilinos. Los tonos verdes nos transportan a los bosques del Amazonas, junto con los tonos calderos y dorados de la tierra y los azules del intenso atlántico.

El resultado final fue un hogar que se ajusta perfectamente a las necesidades que tiene la familia cuando viene a Madrid. Es una casa cómoda y alegre con una apuesta por los tonos verdes, azules y calderos, con suelos de madera en espiga que le aportan calidez y realzan la luz natural en cada estancia. 

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Lucía Díaz

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