Hace no mucho recibía calificativos como «viejo», «anticuado» e, incluso, «hortera. Ahora, en cambio, es tan mainstream que hasta en las conversaciones con amigos nos peleamos por quién lo vio primero y quién lo copió después.
Pero eso es ahora. El terrazo está viviendo su momento de gloria tras varias décadas repudiado y guardado en el cajón de las tendencias con etiquetas tipo «esto es más de casa de mi abuela» o «es tan de los años 70…», retintín mediante. Un desmerecido desprecio si hubiésemos conocido su larga historia e imponente pasado.
Por ejemplo, ¿sabías que se han encontrado muestras de terrazo en mosaicos del antiguo Egipto? Sí, con Cleopatra se puede compartir desde afición por el eyeliner hasta el gusto para la decoraicón de casa.
Más tarde el terrazo vivió otro boom en manos de los venecianos. Ellos fueron quienes lo alzaron a la categoría de tendencia decorativa allá por el siglo XV cuando los dueños de los palacios necesitaban una alternativa más económica a los tradicionales mosaicos. Experimentaron con una mezcla mortero y trozos de mármol y así crear una primera aproximación al terrazo que tanto anhelamos en estos días.
Las piezas que vemos hoy son de lo más variadas, pero por norma general mantienen la fórmula de éxito que suma astillas de mármol con cuarzo, granito y resina. Es esta mezcla la que da lugar al patrón característico que tanto hemos visto en los últimos tiempos en islas de cocinas, paredes de baños y suelos de terrazas. Es la opción más fiel y, a la vez, más moderna y atrevida de apostar por la tendencia. Como la influencia del terrazo no ha parado de crecer y quiere satisfacer a todos los públicos también ha llegado a nuestros días tomando la forma de platos, jarrones y otros muchos accesorios en los que hay hasta joyas incluidas. Más sutil pero igual de atractiva.
Y, si todavía estas opciones son demasiado para ti, puedes recurrir a una idea de «quita y pon»: el papel pintado de terrazo. El efecto visual es prácticamente del mismo –tonos pastel, ambientes suaves, una textura natural que predomina…–, pero con la ventaja de que si te saturas, cansas, agobias, aburres o te invade cualquier otro sentimiento por el estilo podrás retirarlo sin conflicto.
¿Quieres ver cómo aplicarlo? Aquí tienes la inspiración que buscabas.