Si alguna vez has tenido el placer de estar en Cap Sa Sal sabrás tan bien como nosotros que es uno de los tesoros más preciados de la Costa Brava. ¿Por qué? Pues porque aquí la naturaleza del Mediterráneo se funde con las aguas cristalinas de Sa Tuna. En este idílico rincón es también donde Manuela pasó los veranos de su infancia.
Precisamente a ese tiempo y espacio mira la nueva colección de Lo de Manuela. Cada una de las piezas que la conforman es un homenaje a esos veranos eternos, esos atardeceres rojizos y esos paisajes inspiradores.
El lino por delante
Es uno de los materiales por excelencia del verano y con semejante carta de presentación no podía quedarse en segundo plano en esta colección. Los colores tostados son los elegidos. Son estas tonalidades las que nos transportan a las tardes de verano. El mejor contraste lo tienen en el blanco, este color se inspira en la luz de l’Empordà. La combinación única y diferencial viene de la mano de los azules, tan propios del Mar Mediterráneo.
Hueco para el algodón lavado
Sin embargo, esta temporada el lino dejará hueco a un nuevo material: el algodón lavado, que conquista la vista y el tacto de la piel con su suavidad y su relajada manera de lucir la arruga.
De este material nos gusta todo, incluido su proceso de producción: el algodón se corta recién salido del telar y se confecciona para que posteriormente pase al proceso de teñido, dotándolo de un resultado único, suave y con bellas arrugas. Después, se cortan los paneles sacados del telar, se blanquean y se lavan y posteriormente se aplica la serigrafía de manera cien por cien manual.
El resultado es una colección puramente Mediterránea, con un guiño al arte pictórico e ideal para dar forma a las sábanas, edredones y cojines de nuestro hogar.