A estas alturas de la película ¿quién no tiene un mueble o un objeto decorativo de Ikea en casa? La democratización de la decoración ha acercado el diseño y el estilo a todas las familias gracias a tiendas como esta. Pero al igual que con la moda, la fabricación de muebles en serie provoca que todos acabemos teniendo la misma decoración en casa. Es por eso muchos recurren a la imaginación para dar una segunda vida o un cambio de imagen a los diseños de la marca sueca consiguiendo diferenciarse del resto y lo que es más importante, definiendo su propio estilo.
A esta corriente de customización de muebles y objetos se le denomina coloquialmente Ikea hacks o piratas de Ikea. Lo que empezó como una especie de reivindicación por unos cuantos amantes del DIY, ha terminado convirtiéndose en todo un movimiento que se ha extendido por todo el planeta y que hoy en día tiene muchos adeptos.
La sencillez de la mayoría de los diseños de la marca favorece su customización y activa la imaginación de los amantes del DIY y el bricolaje. Con un toque de pintura, añadiendo ruedas o patas, cambiando los tiradores o dando otro uso al original, podemos conseguir un mueble único que además tendrá algo de nosotros. En internet podemos encontrar cientos de ideas y tutoriales que pueden inspirarnos para personalizar nuestros muebles.
Dentro del catalogo permanente de Ikea, existen varios muebles y objetos que son perfectos para personalizar por su diseño y acabado. La cómoda MAML, el taburete FROSTA o los muebles de la colección IVAR son los más solicitados para darles una nueva vida. Pero en realidad, si le pones algo de imaginación cualquier mueble u objeto de decoración es susceptible de un Ikea Hacks.
Los muebles de madera maciza sin tratar son perfectos para customizar con las famosas pinturas a la tiza chalk paint. De un solo color, diseñando un patrón con formas geométricas, realizando dibujos infantiles… las posibilidades son infinitas. El cambio de tiradores en mesillas, cómodas o aparadores también es una de las propuestas más extendidas. Para las sillas o taburetes, os proponemos pintar las patas en colores pastel que encajen con la decoración de vuestra casa.
Si lo tuyo es el bricolaje, se amplían mucho las opciones. Lo más divertido es dar un uso distinto del original a los objetos y a los muebles. De esta manera podemos convertir una bandeja en un espejo de diseño, un salvamanteles en un reloj de pared o una cesta de ratán en una fabulosa lámpara de techo. El límite lo pone la imaginación.
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