Grandes, pequeños estilo vichy, dobles, de leñador, ingleses, de colores, tartán, en damero, en paredes, en textiles, en el suelo, en muebles… Esta temporada se llevan –realmente nunca han dejado de hacerlo– y parece que en los meses más fríos, cuando pensamos en el calor del hogar, se nos vienen a la cabeza las mantas de cuadros o esa butaca cuadriculada en la que acurrucarnos.
Esta temporada vas a ver cuadros por todas partes. Pero lejos queda la idea solo de los cuadros más tradicionales o rústicos. De líneas finas, son perfectos para los ambientes más contemporáneos. Siempre sobrios, los cuadros conquistan las casas.
Los cuadros en el salón
Si eres fan de los cuadros, entonces no tendrás problema en atreverte con una pieza protagonista como lo es el sofá.
¿No tienes un sofá a cuadros pero te gustaría? Solución: una funda y tendrás uno de los estampados de la temporada en tu salón.
Pero si te parece demasiado osado, pon solo una nota de cuadrícula con una butaca o un puf tapizados con este estampado.
Según los colores en los que elijas los cuadros, conseguirás un efecto u otro, desde el más romántico hasta el más escocés, navy o contemporeáneo en grises. ¿Con cuál te quedas?
No olvides que hay accesorios y complementos deco que se prestan muy bien a introducir los cuadros: un jarrón, mantas o la pantalla de una lámpara. El papel pintado de estilo tropical también ha pasado a un segundo plano y ahora es el momento de los cuadros, ya sea multirayas o con sencillos estampados muy simétricos.
Los cuadros en el dormitorio
Sí, el dormitorio es otro de los espacios que se viste a cuadros con mucha frecuencia. Y no hace falta imaginarse en una cabaña de madera en mitad de la montaña. Hasta los dormitorios más urbanitas echan mano de los cuadros.
Y en cuanto a colores, todo está permitido. Fíjate además que los cuadros se llevan con lisos y con estampados como flores o rayas.
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