Un hammam en casa, lo último en baños wellness

Máxima relajación y bienestar. Estas son las sensaciones que nos quedan después de visitar un baño turco. ¿Por qué no crear uno en casa?

Un hammam en casa, lo último en baños wellness
Un hammam en casa, lo último en baños wellness

El que más y el que menos, todos hemos probado en alguna ocasión un baño turco. Una experiencia inolvidable es, desde luego, el paso por el hammam Cemberlitas, en Estambul. Llamado así, baño turco, por su origen (nació en Asia Occidental), surgió como espacio público en el que mantener relaciones sociales en un entorno relajante. El hamman es un baño de vapor que relaja tanto cuerpo como mente, además, ayuda a eliminar toxinas, mejora la circulación y reduce el estrés y el cansancio.

Su atractivo es tal que, en las últimas fechas, los “hammames” están empezando a superar las barreras de los espacios públicos (casi todas las ciudades importantes cuentan con el suyo) para introducirse en las viviendas privadas.

Si quieres tener el tuyo propio, ¿qué mejor momento de ponerte manos a la obra que en estas fechas, convirtiéndolo en el refugio donde desconectar y olvidarte del frío?

José Miguel Simón, interiorista y director de Iconno, nos da unos consejos para conseguirlo fácilmente en tan solo cuatro pasos.

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