A raíz de la emergencia sanitaria originada por la COVID-19, el panorama actual ha cambiado para todos. El confinamiento ha provocado el cierre de todos los comercios no esenciales, es decir, solo permanecen abiertos distribuidores de alimentos y suplementos médicos. Eso, por lo tanto, incluye las escuelas, y el sector de la educación está viviendo una situación atípica por lo que respecta al calendario académico, por lo que muchos centros optan por el curso en línea.
Sin embargo, son muchas las familias que no tienen acceso a ordenador o tablet, por lo que resulta imposible que los más pequeños sigan con su formación. La Fundación Balia trabaja con cerca de 700 familias que se encuentran en esta situación, dando apoyo y orientación a los niños y niñas con programas de formación, además de juegos, retos y manualidades, para mantenerles activos y ayudarles a superar esta dura crisis. Además, muchas familias han sido afectadas por ERTEs, despidos o vacaciones obligadas, lo que agrava aún más esta problemática.

Así pues, se han lanzado una serie de iniciativas para paliar el impacto de la crisis:
- Distribución de ordenadores y tablets a familias que lo necesiten para que sus hijos puedan seguir con su trabajo escolar.
- Distribución de tarjetas SIM precargadas para facilitar la conexión a Internet.
- Seguimiento activo a familias que necesitan alimentos.
Desde la Fundación Balia se ha creado una bolsa especial de donaciones para ayudar a solventar estas carencias escpecíficas y urgentes. El objetivo es que, cuando la situación se tranquilice, se pueda volver a la normalidad para ofrecer más oportunidades a los jóvenes que no disponen de los recursos necesarios en este momento. Para más información, solo hay que acceder a su página web.