¡Sin prisa, pero sin pausa! ¿Conoces la frase verdad? Así es como funciona la filosofía slow, una tendencia que podría considerarse un estilo de vida y que cada día es más popular. Es un concepto aplicable a la comida, a las ciudades, a la moda, al trabajo… ¡Y ahora también a tu casa!
Un hogar slow crea una gran conexión con la naturaleza y el entorno, al mismo tiempo que te permite desconectar y relajarte. Todo gracias a un diseño que te integra en un ambiente positivo y mejora tu estado de ánimo. Es una idea que se puede aplicar en todas las estancias de tu casa, pero los jardines pueden ser el gran reflejo de esta disciplina artística.
¿Qué es el slow garden?
Si buscas una experiencia sensitiva en la que tus cinco sentidos puedan entrar en juego, si quieres encontrar tu yo más íntimo y personal, o interactuar con la naturaleza… ¡Pásate al movimiento slow garden! Una tendencia influenciada por los jardines japoneses, las perspectivas visuales, la energía y el feng shui.
Es una técnica basada en el disfrute de la persona en un espacio y de los detalles de cada rincón, es decir, en nuestra interacción con el supuesto jardín. Además, las emociones y el reflejo de uno mismo juegan un papel fundamental, ya que debe estar diseñado en función de tu propia personalidad.
También podría entenderse como un ambiente idílico donde encontrarnos a nosotros mismos y vivir en armonía. Se trata de un lugar en el que puedes meditar, buscar la paz y el equilibrio, y liberarte de las preocupaciones. Aunque la clave para entender esta filosofía se encuentra en el paisajismo, una técnica basada en el redescubrimiento de uno mismo y en sentirse protagonista de tu propia historia.
¿Cómo crear tu slow garden?
Para conseguir tu jardín slow garden, hay ciertos aspectos que debes tener en cuenta y aplicar en tu espacio. Aquí te dejamos algunos de los consejos más básicos.
Un jardín no estacional
El primer paso es pensar que debes crear un jardín que se adapte a todas las estaciones del año. De esta forma, podrás disfrutar de tu slow garden en cualquier época y aprovecharlo al máximo.
La personalización
Una de las características de esta filosofía es el protagonismo de uno mismo en la historia. Tu personalidad debe verse reflejada en tu jardín, así te sentirás cómodo, y podrás encontrarte a ti mismo y conectar con la naturaleza.
La estructuración
Antes de empezar a elaborar el diseño de tu jardín, recuerda que debes combinar las zonas de densa vegetación con las zonas áridas y los humedales. Así, conseguirás un espacio armónico donde podrás dejarte llevar por las sensaciones.
Los aromas
Cuida los olores del jardín y asegúrate de que desprende un buen aroma. Piensa que es un lugar en el que pretendes relajarte y desconectar de la rutina para conectar contigo mismo. Así que si estás todo el rato pensando en cómo huele, no lo conseguirás.
Materiales novedosos
Los elementos que añadas a tu jardín también son importantes. Escoge objetos decorativos con acabados de agua y piel, o de cuero negro, para conseguir crear el efecto slow.
Las plantas
La importancia también recae en las plantas. Para crear tu jardín, selecciona aquellas que combinan mejor y se identifican con un espacio slow. Algunos ejemplos son: el musgo, los helechos, el magnolio soulangeana, las clemátides, los tilos y la hortensia malva.