Viajamos en el tiempo y el espacio y volamos al Milán de 1980 para conocer a Ettore Sottsass, arquitecto y diseñador italiano que decidió romper con las reglas establecidas en el sobrio y racionalista siglo XX y abrir una vía creativa más libre, osada y divertida. Para dar rienda suelta a esa furia imaginativa convocó a un selecto grupo de artistas de la talla de Hans Hollein, Andrea Branzi, Arata Isozaki y Nathalie du Pasquier, y tras divagar y explorar hasta el último rincón de sus mentes se consolidaron como colectivo para crear el Grupo Memphis. Así es como se proclamaron artífices de un nuevo movimiento inspirado en estilos como el Art Decó o el Pop Art.
Pero para poder decirle al mundo lo que estaban a punto de hacer, decidieron presentarse en la Feria del Mueble de Milán de 1981 con su primera colección de muebles y decoración basada en el estilo que habían creado. Un estilo que causó más revuelo que el último hit de Shakira: “¡pero, quiénes son ellos para poner en duda todo lo establecido en el siglo XX!”, exclamaban las voces más puristas de la época. La respuesta es muy sencilla: el diseño es creatividad, y el fin primero y último de la creatividad es cargarse los esquemas tradicionales para establecer formas nuevas, diferentes y disruptivas de hacer lo mismo. Como siempre ocurre, el mundo se dividió en adeptos y detractores, algo que poco importó: la corriente Memphis esquivó con fuerza al minimalismo y al good design y llegó para quedarse hasta nuestros días.
Foto: Sophie Colle / KAOI studio
Dicho esto, ¿en qué consiste el estilo Memphis? Memphis es la corriente que nació con un objetivo grabado a fuego: jugar. Por eso se basa en la combinación de elementos -aparentemente- inconexos, formas geométricas y mezclas de colores campando a sus anchas en cualquier superficie y junto a estampados y todo tipo de patterns que podamos imaginar. Hablamos de un perfecto “batiburrillo” que, aunque no lo parezca, encaja cada pieza a la perfección y consigue un resultado muy playful. Una mirada totalmente espontánea, que ha bañado sin remedio al diseño, a la arquitectura y al interiorismo. Te contamos cuáles son los puntos fuertes de esta corriente y cómo aplicarla en tus espacios para llenarlos de vida y de estilo.