El baño integrado en el dormitorio ya no es exclusivo de los hoteles de lujo. Una de las tendencias en baños que viene pisando fuerte apuesta por diseñar cada vez más dormitorios con el baño integrado o la bañera exenta en el centro de la habitación. Y no estamos hablando de los típicos baños en suite que cuentan con un baño anexo totalmente independiente. Son baños separados únicamente de la cama por un pequeño muro, cristal o totalmente integrados.
¿Quién no ha soñado alguna vez con una bañera en el centro del dormitorio? Hasta hace muy poco tiempo esto solo era posible en hoteles de lujo o casas exclusivas, pero la democratización del diseño ha permitido que muchas personas puedan cumplir su sueño. Un sueño no apto para los más pudorosos.
Fotografía: Angélica Heras
Las principales ventajas de los baños integrados son la funcionalidad y comodidad. Hay que reconocer que es muy cómodo poder salir de la ducha o la bañera y encontrarse directamente al lado de la cama o el armario. Pero la mayor ventaja de este recurso es meramente estética. Visualmente es una maravilla visualizar el baño como una prolongación del dormitorio, sobre todo cuando hablamos de bañeras exentas instaladas en mitad de la estancia o junto a la ventana.
Fotografía: Sjoerd Eickmans
Otra de las ventajas de que el baño y el dormitorio compartan espacio es la prolongación del espacio y de la luz natural. Los baños no suelen contar con ventana al exterior, y si tienen, suele ser muy pequeña.
Fotografía: Three birds enovations
El diseño de baños completamente integrados es perfecto para segundas residencias, hoteles o viviendas de personas solteras. Sobre todo se llevan a cabo en construcción de viviendas de diseño con un estilo moderno y minimalista, más propenso entre el publico joven y urbanita. Pero la exclusividad no es suya, también lo encontramos en viviendas con un estilo más clásico o rustico.
Fotografía: Bruno Erpicum
El debate surge en torno a la falta de intimidad cuando se comparte dormitorio. Antes de decantarnos por un baño integrado debemos tener en cuenta los deslumbramientos en mitad de la noche y los ruidos que provoca la cisterna o la ducha, sobre todo cuando tu pareja no comparte la misma rutina por la mañana. En estos casos existen alternativas funcionales como los cabeceros de obra, lavabos con un pequeño muro o duchas con puertas de vidrio.
Fotografía: Vicugo Foto para Egue y Seta
Para solucionar estos imprevistos hay una alternativa, la integración parcial del baño. Delimitando una zona específica para los sanitarios y diseñando una barrera física que aísle parcialmente el sonido y la luz entre ambos espacios. Para ello, son muy útiles los tabiques exentos, las paredes de vidrio o puertas correderas de gran formato.
Fotografía: Nicolas Mathéus
¿Te animas a poner una bañera en el centro de tu dormitorio?