El cómic lleva décadas reivindicando su valor como el noveno arte. Una reclamación inequívoca y es que, dentro de las artes gráficas, estas representaciones son todo un arte en sí mismas. Cómics que cuentan historias y tras los cuales podemos encontrar universos increíbles a los que trasladarnos. Y es la pasión por este mundo la que ha llevado a Juan Martínez, el 50% de Alguián & Hóptimo, a dar rienda suelta a su imaginario a través de collages analógicos realizados con ediciones originales de cómics y otros papeles ilustrados antiguos.
Un juego de figuras del papel viejo ilustrado a través de las que cuenta nuevas historias. Relatos paralelos en los que se mezclan elementos insolitos y se descontextualizan viñetas, multiplicando personajes haciéndolos dialogar, en ocasiones, con ellos mismos. Collages que son una invitación a descubrir lo que los cómics no cuentan.
“Desde siempre me han atraído lo que contaban y mostraban como lo que, en mi imaginación, insinuaban o escondían”.
Con tan solo la ayuda de un bisturí, una lupa y mucha paciencia, reorganiza y amplía clásicos como Mortadelo, Tintin, Charlie Brown o Astérix, que comparten espacio con todo tipo de héroes y villanos con los que, de otro modo, nunca hubieran llegado a coincidir. También hay lugar para collages personalizados y para pequeñas colecciones que recuperan ilustraciones y estampas antiguas.
Cruz Calatrava recibe el nombre de los apellidos de la abuela materna de Juan, un homenaje personal a las mujeres de su familia, las cuales le compraban los tebeos cuando era pequeño y que, sin saberlo, forjaron la visión y el imaginario de este artista.