El universo del baño se ha transformado tanto en los últimos años que hoy en día su importancia se ha equiparado con el resto de espacios de la casa. Después de décadas relegado a un segundo plano y pasando inadvertido en el diseño de interiores, podemos afirmar que el cuarto de baño es en la actualidad un referente para firmas y diseñadores.
Esta transformación ha pasado por todos los materiales y piezas que lo componen, desde los sanitarios, pasando por las griferías, mobiliario o los revestimientos. Nada escapa a la mirada de los diseñadores que tienen en cuenta cada centímetro de este santuario a la hora de diseñar cualquiera de los elementos que lo componen.
Uno de estos elementos que forman parte del cuarto de baño y que además es indispensable, es el lavabo. Su diseño se ha visto modificado de forma radical en la última década, pasando del tradicional lavabo con pedestal de porcelana blanca a infinidad de propuestas, colores y materiales.
Los lavabos de colores como el salmón, el verde o el gris nos trasladan a la década de los 60 o los 70, a los baños de nuestras abuelas con esas baldosas tan llamativas. La estética “Kitsch” nunca ha renunciado a esta tendencia, pero lo que si ha cambiado son sin duda las formas y los acabados de estos sanitarios. No tienen nada que ver aquellos diseños con los actuales.
Del tradicional baño con acabados en blanco, revestimientos sin personalidad y sanitarios con formas clásicas, pasamos a propuestas llenas de alegría y color. Los lavamanos que llegan a nuestras casas tienen formas geométricas, colores llamativos e incluso texturas: