Sofá con tela Village y cortinas de terciopelo Derby, ambos de Pepe Peñalver
Rojo, rosa y amarillo son colores que aportan energía allí donde se instalen. El color rosa lleva ya un par de temporadas siendo el color de moda y ha invadido pasarelas, maquillajes, tiendas y, por supueso, casas y hogares. Este color tiene el poder seductor del rojo sin su potencia, asociada a la agresividad si se abusa del mismo, y la delicadeza del blanco sin su formalidad. Por esta razón llevamos viendo varias temporadas el poder de este color que inunda ambientes y armarios a la par.
El rosa es un color cuya tradición trendy va mucho más allá de los últimos años. En el siglo XVII usar este color en prendas y telas era considerado un símbolo de estatus social, debido a que su tinte perdía mucha intensidad, y de manera muy rápida, con los lavados y lucirlo impoluto era signo de riqueza, poder y ostentación. Ahora invade nuestros hogares para llenarlos de luz y romanticismo.