En paredes, muebles, objetos y telas, el color rosa visita la casa con la actitud modesta, del que tiene mucho que ofrecer, si le dejan, como ocurrió en 2016 y el rosa cuarzo fue elegido Color del año. Nosotros le hemos dejado. Empolvado, Barbie, fucsia, casi malva, pastel, palo o maquillaje, en modo nude, el pink de hoy en día puede dar mucho juego en la decoración de interiores y actuar como una base neutra o ser lujoso, romántico o cañero, según cómo y con quién lo acompañes. Estas ideas de decoración te dirán cómo hacer de él, tu nuevo mejor amigo deco.
La casa se viste de rosa. ¡Aprende a usarlo para que no resulte cursi!
Ni ñoño, ni solo para mujeres, ni aburrido, ni territorio exclusivo de los milennials, el rosa toma posiciones en la decoración actual, demostrando que envejece bien, que no teme al qué dirán y que se siente a gusto en ambientes de distintos estilos decorativos

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Texto: Lola Márquez

Atemporal con gris
¿Buscas un color que combine con el rosa sí o sí? Confía en el gris porque los dos tonos son fáciles de emplear en cualquier lugar de la casa: cuadros, papeles pintados, cortinas, ropa de cama o muebles, como las butacas que ha diseñado Miranda Kerr para Universal Furnitures. Con gris claro, la combinación cromática es suave y romántica; mientras que con gris oscuro, el rosa se vuelve dinámico y contemporáneo.
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Trendy con tonos oscuros
Si el rosa te parece un poco cursi, combínalo con un rojo intenso, un azul marino, un verde hoja… Una mezcla ‘oscura’ y atrevida, que agita los códigos cromáticos habituales y potencia la luminosidad del rubor, que a su vez sale reforzado. Los menos atrevidos pueden pintar una pared en este color y dar toques intensos en piezas de mobiliario o accesorios, como cojines y ropa de cama. Foto: Dfs

Atrevido con amarillo
Y con una estética muy de los 70, esta combinación atrevida, libre y sin complejos cromáticos crea ambientes originales, donde no hay cabida para el aburrimiento decorativo. Aunque puedes apostar por un rosa fuerte, como el fucsia, nosotros preferimos un tono más suave, que nos asegure un resultado elegante. Los toques negros son siempre un acierto. Foto: Baa Stool

Delicado con blanco
¿Te apetece una decoración femenina sin exagerar? Únelo con el blanco y déjate llevar por su suavidad y dulzura. Si prefieres un resultado más moderno, incorpora un toque de negro o un estampado geométrico, mientras que, si buscas un conjunto más romántico, alíate con las fibras vegetales y los motivos florales. Foto: Marks & Spencer

Primaveral con verdes
Apuesta por un rosa empolvado y por los verdes más frescos. Para un efecto primaveral brillante, pero también tranquilo y relajante, recurre a los estampados florales sobre un fondo blanco. Ideal para el dormitorio, realza el efecto con toques de madera, flores frescas o plantas verdes. Foto: Bonaldo

Romántico con tonos apagados
Combinado con tonos apagados o tonalidades pasteles, el rosa pierde brillo para ganar suavidad. El resultado de la mezcla es una decoración romántica, que en función de con qué se envuelva puede tener un aire rústico, con madera y tejidos naturales, o clásico actualizado, con piezas doradas, molduras y terciopelos. Foto: Quick-Step

Resultón con rosa
Una combinación solo apta para los seguidores de Karim Rashid (uno de los diseñadores fieles a este color) o para todos, hombres y mujeres, que ven en el rosa un amigo deco. Tan especial como arrolladora, la clave está en usar preferiblemente esta mezcla con una base neutra, que le permita brillar sin saturar. El resultado es tan moderno y seductor, como muestra esta imagen de Sergio Leoni.

Moderno con azul
Para darle al rosa claro un toque de modernidad, nada mejor que el azul en todas sus versiones. Omnipresente en la decoración de este 2020 (el Classic Blue ha sido elegido por Pantone como el Color del año), se combina con rosa en papeles pintados, cortinas, objetos decorativos o en sillones. Una combinación ganadora en el salón, el dormitorio, el comedor e, incluso, en la cocina. Foto: Papeles de los 70

Elegante con dorado
El rosa empolvado muestra su lado más chic y elegante, asociado con otra tendencia de decoración de este otoño-invierno: el metal dorado. Un matrimonio refinado que se encuentra cómodo en ciertos muebles o en objetos tan exclusivos como esta vajilla de Sambonet que combina piezas en oro rosa y dorado. ¡Sofisticación a la mesa!