El cabecero de cama es de esas cosas que cuando no lo tienes no te das cuenta. Sin embargo, una vez lo tienes... ¡uau! ¡Cómo cambia un dormitorio con cabecero! Y no solo en decoración, también en comodidad. Porque hay cabeceros hechos para apoyarte, de esos acolchados y tapizados con una tela suave. Pero aquí venimos a mostrarte, en la galería a continuación, la increíble vairedad de cabeceros que hay, para todos los estilos y tamaño de dormitorio. Además, te damos algunos consejos para acertar en la compra de tu cabecero:
- ¿Qué tener en cuenta?
Sobre todo lo más importante a la hora de comprar un cabecero de cama es pensar en qué función se desea que cumpla: ¿es simplemente un accesorio decorativo? ¿busco calidez o confort? ¿soy de las que leo siempre en la cama? ¿necesito ganar espacio para guardar mis cosas? En la galería verás diferentes propuestas para cada caso.
- ¿Qué estilos hay?
El cabecero puede ser individual o bien, formar parte de la misma estructura de cama. Si ya tienes una cama y te apetece hacerte con un cabecero bonito, puedes comprarlo independientemente de si tienes una cama con canapé, cajones, elevada del suelo o incluso a ras de suelo.
Los cabeceros tapizados son ideales para personas que tienen la costumbre de leer en la cama. Puedes apoyarte directamente en él o bien, acompañar la lectura de una almohada. Suelen estar hechos de fibras duraderas y algunos cuentan con funda extraíble, ideal para lavarlo más cómodamente. Este tipo de cabecero también suele estar acolchado en su interior, por lo que resultan extracómodos.
Por si no fuera suficiente, también dispones de cabeceros con respaldo extra. Es decir, aquellos que, encima del tapizado o la base, tienen un par de almohadones a modo de respaldo, o bien colgados de la misma estructura del cabecero o enganchados de otra forma.
El cabecero también puede ser de material duro, sin estar tapizado, como por ejemplo la madera. Créenos: no te harás daño ni te golpearás al moverte. Recuerda que en la mayoría de casos dormimos con almohada y, por lo tanto, no llegamos a tocar el cabecero. Si es de madera la calidez en el dormitorio estará garantizada.
También hay cabeceros que vienen con las mesitas de noche incluidas, son medidas más largas y una buena idea si quieres hacerte un cabecero a medida o bien, si dispones de mucho espacio en el dormitorio.
Si lo que quieres es aprovechar el espacio, también dispones de cabeceros con cajones o baldas. Si por el contrario lo que buscas es integrar el estilo de tu dormitorio y no 'gastar' espacio en un cabecero, una idea muy aplaudida es la de un cabecero simulado, con molduras en la pared (mira la galería).
- ¿Cómo calcular la medida correcta?
Depende del efecto visual que busques lograr en tu dormitorio. Por ejemplo, hay quien prefiere que el cabecero se ajuste exactamente a la medida de su cama; hay quien prefiere que sobresalga mucho por encima (cabeceros altos) o por los lados (cabeceros anchos). Hay que tener en cuenta que la ropa de cama siempre abulta un poco, por lo que lo ideal es que, si por ejemplo tu cama es de 150 cm de ancho, el cabecero estándar sea de 160- 165 cm de ancho.
Si lo que quieres es que tu cabecero cubra también la mesita de noche, deberás hacerlo más amplio, teniendo en cuenta el tamaño de la mesita. Otra opción es prolongar el cabecero hasta los dos lados de la pared, es decir, que ocupe todo el ancho del dormitorio. Es una opción muy deco y, en este caso, queda muy bien también es un cabecero bajo.